Crónica de una derrota electoral anunciada

Zurdo

Miguel Angel Sandoval 

“dirigencias deben recapacitar y rectificar: están a punto de ser rebasadas” 

En los procesos sociales, y de manera acentuada en el campo de la política, no siempre prevalece lo que a las dirigencias se les ocurre. Se da el caso que las llamadas bases partidarias optan por hacer cosas que no están necesariamente en el guion establecido. Y es por ello que hay un terreno que lleva a los momentos de tensión entre dirigente y dirigidos, aún si estos últimos actúan de acuerdo a sus principios. Es parte de las lecciones que nos deja la historia. Es el momento en que, las dirigencias tienen que recapacitar, rectificar pues llegan a un punto de ser rebasadas por el impulso de las bases. Hay ejemplos al respecto. 

Eso es parte de lo que las direcciones o cúpulas deben administrar de la manera más serena y con los métodos más democráticos que sea posible. De lo contrario es el terreno de las contradicciones que pueden desembocar en rupturas y otros momentos en donde se pone a prueba la solidez de las acciones emprendidas o también de las actitudes de quienes de manera transitoria ocupan cargos directivos.  Desde donde se quiera ver, es una asignatura pendiente para la mayoría de las dirigencias. Una sordera impresionante a las demandas de las bases. 

Esto Viene a cuento pues hay en los últimos tiempos demandas para construir alianzas de tipo electoral que permitan que las fuerzas progresistas o de izquierda, puedan salir de su condición de marginalidad electoral en la que por múltiples razones y causas hay caído. Incluso se piensa, en ocasiones con razón que hay posibilidades de victorias electorales y dejar esa condición de marginalidad política electoral. Sobre todo, porque existen condiciones objetivas para ello.  Es el largo recorrido de los grupos progresistas que a pesar de vivir en un país con una oligarquía tan conservadora como la que existe. Ahora vienen noticias para animar el debate sobre este tema que las dirigencias no quieren abordar y que solo de lado comentan.   

En municipios vecinos a la capital y otros departamentos, resulta que las dirigencias locales, sin tomar en cuenta la postura de las dirigencias nacionales, se han dado a la tarea de construir alianzas locales para participar con alguna posibilidad en el evento electoral de los próximos meses. En efecto, 4 expresiones de eso que denomino grupos progresistas o de izquierda, han realizado alianzas para las alcaldías municipales. Lo que resta saber es si van a votar de forma unificada para las diputaciones y las presidenciales, o si van a hacerlo de forma dispersa como parece ser la decisión de las direcciones nacionales.  

Como se puede ver, es un tema que debería formar parte de lo que se debe discutir en los días que faltan para la convocatoria oficial y después los meses que quedan para las elecciones. Por la experiencia acumulada hemos visto que el voto dividido para diputaciones y presidencia lo que nos arroja son escenarios de derrota electoral. Y ello es algo que no se puede permitir por mas tiempo. En especial si se toma en consideración que el continente esta dando lecciones que no pueden dejar de ser analizadas. En pocas palabras, los grupos de izquierda no pueden ser los únicos del continente que vayan por la vida sin entender los signos de la época, la necesidad de flexibilizar posturas, incorporar nuevos argumentos. No se puede dejar de analizar los éxitos electorales de fuerzas afines en Brasil, Colombia, Honduras, Chile, para citar los más recientes. 

A modo de ejemplo, en una ocasión un proyecto denominado Frente Amplio, fue capaz de tener alianza en el binomio presidencial pero no en las planillas de alcaldías y tampoco en las de diputados. El resultado fue que la confusión privó en el voto y se perdieron oportunidades tanto en las municipalidades como en las de diputaciones y ello se vio reflejado en la del binomio presidencial. En pocas palabras, hubo malos resultados.  Ahora en la manifestación más dura de estas prácticas, hay cuadros que se alejan gradualmente de las organizaciones por su tendencia a no reflexionar la nueva época, los cambios, los nuevos hechos que la política nos enseña. 

En la actualidad, cuando en varios municipios, (es al menos la información que existe o que se conoce) se han concretado formas de alianza para las autoridades locales, así como para partes sensibles del proceso electoral; los grupos a nivel nacional tienen, por el momento, tres candidatos presidenciales y cuatro planillas para diputaciones y alcaldías. Es sin pensarlo dos veces, la expresión de la improvisación política en el plano electoral y parafraseando a García Márquez, es la crónica de una derrota electoral anunciada.   

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