Los Brics ahora ¿qué hacer con ellos?

Zurdo

Miguel Ángel Sandoval [1]

Hace unas semanas el 22-24 de octubre de 2024, tuvo lugar una reunión ampliada de los países que se cobijan bajo el nombre de BRICS, que en realidad son las siglas de los países fundadores: Brasil, Rusia, India China y Sudáfrica.  La misma se realizó en Kazán, ciudad de Rusia y al evento asistieron unos 36 países, entre fundadores, los miembros más recientes y los que han solicitado ser parte de los Brics. Fue una reunión que acaparó la atención mundial, pues para muchos analistas y observadores en esa reunión se confirmaría el nacimiento de un nuevo orden mundial, diferente al que surgió luego de la II guerra mundial.

De forma concreta, los BRICS son solo los países fundadores y los nuevos socios, que suman 9 países. sobre esa base se hicieron ya algunos cálculos que deberían ser tomados muy en cuenta: constituyen unos 3500 millones de habitantes de un total de 8 mil millones en todo el mundo. Si a ello se suma el hecho que con casi el 40% del PIB mundial y quizás la mayor reserva de recursos naturales del planeta, pues bien, se puede colegir su importancia actual.  

De nuestro continente asistieron, Brasil como fundador, y otros países como Bolivia con sus recursos minerales, Colombia con su importancia indudable, Venezuela que tiene un estatuto pendiente de solución, y aspirantes a socios con otras características como Cuba y Nicaragua, que sin fortalezas económicas como la mayoría de países que integran los BRICS, salvo geopolíticas, exhiben relaciones militares de interés con Rusia. Pero su impacto es sin duda global.

Esto que se señala, forma parte de un cuadro impensado hace unos pocos años. Por decir un cálculo, hace 10 años nadie pensaba en una realidad geopolítica como la que presentan los BRICS en el mundo y en nuestro continente. Pasamos del denominado Fin de la Historia, a la construcción de un nuevo orden mundial multipolar; en otras palabras, la influencia histórica de los EEUU o Europa, pasa a ser cuestionada y en la práctica, el continente entero es una zona en donde la vieja hegemonía está en discusión, aunque no es nada definitivo. Por suerte, por ahora, solo en términos de recursos y desarrollo económico

Dicho de otro modo, los BRICS y su impacto en nuestro continente revelan mejor que nada, que la situación geopolítica heredada luego del fin de la segunda guerra mundial ha llegado a su fin o que se debate en medio de una larga agonía. No se trata, por si alguien lo piensa, del viejo esquema de capitalismo-socialismo, sino de algo mucho mas complejo, nada binario, nada que pueda ser resuelto con las viejas formulas. En otras palabras, los EEUU que fueron sin duda la potencia hegemónica en toda la región, o que impusieron su visión del mundo a nivel global, se encuentran en un proceso de repensar esa hegemonía. No es posible ejercerla como antes. Esa es la nueva realidad.

Solo observar la política de Cuba al invitar a la Habana a submarinos rusos, no se sabe si con capacidad para transportar armas nucleares o no, pero dan una idea de lo complejo que es el cuadro. De igual manera, Venezuela, que busca su incorporación ´plena a los BRICS, recibió en los días recientes una delegación militar rusa de alto nivel, y por supuesto esta nicaragua que, de forma inusitada, aprueba vía una reforma constitucional, con lo legitimo que esta pueda ser, el derecho de ese país a invitar o establecer alianzas militares con otros países, Rusia entre ellos.  Nuevos vientos soplan en el continente, de ello los datos concretos dicen mas que muchas cuartillas.

Por estas relaciones tanto de Rusia como de China con diferentes países en el continente latinoamericano, queda la impresión de que, con el respaldo de los BRICS, unos se dedican al desarrollo de grandes inversiones, mientras que otros constituyen una especie de soporte en el plano militar. Es un tema que demanda reflexión. Seria entonces una especie de división internacional del trabajo, solo que ahora en la víspera de la construcción de un mundo multipolar.

Volviendo al inicio de esta nota, se conoce que después de la reunión de los BRICS hubo, en Rio de Janeiro entre el 18 y 19 de noviembre de 2024, una reunión del denominado G-20. Para muchos analistas fue una reunión de transición pues el presidente Biden es considerado aquí y acullá como alguien que está fuera de control sobre lo que ocurre en su alrededor, que ´por tanto no podría en plenitud de sus capacidades, entender lo que ocurrió en dicha reunión. En la foto de familia, los países del Brics, ocuparon la primera fila. El otrora todopoderoso mandatario norteamericano, o no apareció o quedo casi fuera de foco.

Aunque es necesario subrayar que en las cumbres del G-20 no es frecuente que los discursos sean acompañados de hechos concretos, mas parecería declaraciones de buenas intenciones o de, en ocasiones, lectura de lo que los países poderosos entienden como las tareas de la época, pero sin mayores hechos concretos.

Si ello fuera poco, hace unas pocas semanas entre el 12 y 15 de noviembre del 2024, hubo la XXIX Cumbre Iberoamericana en donde un rey de España, antes motivo y objeto de todas las atenciones, quedó solo sin la asistencia de todos los presidentes de la región, habituales invitados y participantes en estos eventos. Lo dejaron con los colochos hechos como se dice. Igual que al presidente Novoa, único de los presidentes de la región que asistió a la cita con su majestad pues era el país anfitrión. La lección que esto transmite, es que hay cambios, están ocurriendo nuevos alineamientos y se están revisando las viejas alianzas. No hay por donde perderse. No se trata de establecer si es bueno o malo que ello ocurra, de lo que se trata es de afirmar que ello esta ocurriendo bajo nuestras narices. Que hay un movimiento global que acontece en todo el planeta y nuestro continente no podría ser ajeno a ello.

Y para evidenciar lo intenso de estos días, en cuanto a relaciones internacionales se refiere, entre el 14 y 16 de noviembre de 2024, hubo una reunión del denominado Foro de Cooperación económica Asia Pacífico -APEC- o sea una reunión entre 21 países vinculados por el pacífico y en esta, o en ese marco, China inaugura en Perú, una suerte de megapuerto que, de acuerdo con opiniones de analistas y especialistas, sustituiría al Canal de Panamá. Y eso de la mano de China que desde hace años se encuentra en una ofensiva en la región, tal y como lo hace en África y en los propios Estados Unidos.

Otro ejemplo de cómo se mueven las aguas es el asunto de la superfabrica de autos eléctricos que los chinos deberían construir en México, con la anuencia mexicana, como ya antes hubo Ford, VW, Renault, etc., pues generaría miles de empleos directos, lo que ha puesto en alerta a los norteamericanos que buscarían impedir que esos autos se vendan en los EEUU, pero que no pueden evitar que se vendan en la región latinoamericana y mas allá. Además, México tiene como objetivo la producción de un auto nacional eléctrico que seguro contará con tecnología china.

En estos días, es decir los días de la cumbre de APEC, G-20 entre otras, el presidente de China, tuvo unas 40 reuniones bilaterales, y participo en APEC y el G-20. Es sin pensarlo dos veces, es una ofensiva diplomática de altos vuelos.  Se trata de hechos nuevos que articulados nos dicen que en el mundo hay cambios, profundos si se quiere, insignificantes puede ser, pero que no basta lo que señala Trump en estos días, sobre que su gobierno debe hacer a América (EEUU) grande otra vez. Y con ello recuperar la hegemonía global, pues en verdad estamos lejos de ello. Ya hay como se puede ver fácilmente, otros actores con su propia dinámica.

Para lo anterior deberíamos ver que los cambios que se están impulsando por aquí y por allá, son de naturaleza estructural y de largo alcance, en donde los BRICS, son ahora un jugador mas en el ajedrez global. Pero un jugador que juega en varios tableros con solvencia. En lo económico China o India no son economías emergentes sino realidades que compiten a nivel mundial, mientras que, en lo militar, Rusia tiene muchos ases en la manga. Todo lo señalado en estas líneas, sin siquiera hacer mención de los conflictos bélicos que se están produciendo en varios lugares del mundo, como la guerra en Ucrania o la guerra en el medio oriente, con el genocidio que comete Israel en lo que queda de Palestina.

Son temas que deberían de ser analizados para entender el contexto en el cual los Brics se insertan, pues no queda mucha duda que nos afectan de forma directa o indirecta. Así como que se trata de asuntos que deberían ser parte del análisis cotidiano del Congreso de la República, que no puede, en lo internacional, cerrar los ojos ante el genocidio que comete Israel contra los palestinos, que cuenta con resoluciones condenatorias de la Corte Penal Internacional, o en otro plano, permanecer indiferentes a la fortaleza que exhibe la economía china. Advierto, no son temas confesionales, son nuevas realidades geopolíticas. Que no se pueden ver solo desde el prisma confesional en un caso, o de alianzas rebasadas por las nuevas realidades en otro. Lo cierto, es que no podemos ver este conjunto de temas de lado o cerrar los ojos. El mundo se mueve y nosotros formamos parte del mismo, aunque no nos hayamos dado cuenta.


[1] La mayor parte de datos se encuentran en prensa extranjera y en Podcast diversos, y programas como La Base de Pablo Iglesias, Radar Geopolítico de Alfredo Jalife, otros más. Así como Intercambio de artículos y videos con amigos.

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