La impunidad histórica de una familia cuasifeudal: Los Arenas
Marco Fonseca
Aquí ofrezco citas y extractos del Informe del Proyecto lnterdiocesano de Recuperación de la Memoria Histórica Guatemala: Nunca Más (REHMI), el informe de la Comisión de Esclarecimiento Histórico Guatemala Memoria del Silencio, etc. para hilvanar una historia rápica de la Finca La Perla, un perfil de la familia cuasifeudal que la construyó como resultado del despojo de tierras indígenas y la destrucción del medio ambiente e innumerales ecosistemas y las posibilidades de acción en el contexto presente.
Jose Luis Arenas, la CIA y el golpe de 1954
REHMI, Vol. 3, p. 9
CEH, Caso ilustrativo No. 61, Masacre de la aldea Ilom, Chajul
El EGP vs El “Tigre de Ixcán”
REHMI, Vol. 3, p. 196
CEH, parr. 554. Ver también parr. 1573:
Impunidad de los Arenas
REHMI, Vol. 3, p. 84
CEH, parr. 582
CEH, parr. 3631: El “señor feudal”
Historia de La Perla
Del muro de Facebook de “Pueblo conoce tu historia”
10 de junio de 2020
EL TIGRE DEL IXCÁN – La Perla, una extensa finca cafetalera localizada en un rico y fértil valle entre las calurosas selvas de Ixcán y la alta y fría regón Ixil, al norte del Quiché, dominio de poderosos terratenientes.
La Perla había sido creada a través de la expropiación de aldeas y legalizada fraudulentamente. Ha sido –y todavía es– una de las propiedades privadas de mayor extensión en el área ixil, en Quiché. Tiene alrededor de 100 caballerías; cada caballería tiene 64 manzanas, que tiene 7,000 metros cuadrados.
Sería adquirida por Luis Arenas, quien tomaría posesión de ellas con despliegue de fuerza. José Luis Arenas Barrera, hijo de Julio Arenas y Emilia Barrera, nació en Escuintla, el 6 de julio de 1905, y fue un político y agricultor guatemalteco. Fue diputado de 1948 a 1954, Ministro de Agricultura y Promotor del FYDEP de 1970 a 1972.
Éste, habiendo hecho el pago inicial por La Perla en 1941, convenció al presidente Arévalo para construir una carretera en la zona. El proyecto se vino abajo, en parte por su actitud tiránica hacia los ingenieros. Fue acusado de participar en una conspiración contra Arévalo en 1949 (una de las muchas que se dieron) y después organizaría el Partido de Unificación Anticomunista (PUA).
En marzo de 1951, elementos de la Guardia Civil, a eso de las seis de la tarde, penetraron con lujo de fuerza a su casa y se lo llevaron preso para luego ser exiliado. Como diputado había formado parte del grupo denominado Los Doce Apóstoles.
En 1953, un año antes del derrocamiento de Arbenz por la CIA, Arenas le dijo a un diplomático norteamericano que “de todos los exiliados sólo él era el indicado para liderar una revuelta” – si le daban doscientos mil dólares-. Cuando fue rechazado amenazó con viajar a Washington para apelar al vice-presidente Richard Nixon a quien se refirió como su amigo.
Después de perder la Finca La Perla ante un banco, en 1962, Arenas obtuvo el nombramiento de jefe de la agencia gubernamental de Fomento y Desarrollo del Petén (FYDEP) cuyas ganancias se dice le permitieron comprar de nuevo La Perla, cuatro años antes de su muerte.
En La Perla, dominaba un sistema cuasi-feudal. Los mozos heredaban las deudas de sus padres, y las pagaban con fuerza de trabajo. Arenas solía dar adelantos sobre las pequeñas cosechas de café de los indios, y luego se cobraba en especie, a precios de horca y cuchillo. Los trabajadores estaban sujetos a toda suerte de despojos y arbitrariedades. En alguna de sus fincas utilizaba cepos para castigar a los indios rebeldes.
El 19 de enero de 1972 penetraron en Ixcán, desde México, miembros de un nuevo movimiento guerrillero guatemalteco. En 1973, luego de una incursión exploratoria en la cabecera municipal de Cotzal, donde fueron aceptados por muchos campesinos, el grupo insurgente decidió establecer un campamento clandestino en las montañas de Xolchiché, municipio de Chajul. El grupo se autodenominó Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP).
Como parte de su estrategia para motivar a los indígenas a identificarse con sus ideas, el EGP acordó ejecutar actos en los que se obtuviera notoriedad pública. Se decidió llevar a cabo ajusticiamientos de personas conocidas por su crueldad e impunidad en el territorio Ixil.
Para determinar quiénes serían las personas objeto de “ajusticiamiento”, el EGP atendía las quejas que recibía de la población. Así, por ejemplo, seleccionaron a dos víctimas: Guillermo Monzón, quien era comisionado militar del Ixcán y José Luis Arenas, que había sido denunciado ante el EGP por tener conflictos de tierra con las poblaciones vecinas y por cometer abusos contra sus trabajadores. Por estos hechos fue que a Arenas le habrían dado el mote “El tigre del Ixcán”.
A estas alturas, Arenas ya había abandonado la política para dedicarse a la agricultura en sus fincas productoras de café y cardamomo. Estaba llegando a los setenta y estaba tan minado por la gota que apenas podía caminar. El 7 de junio de 1975, el día del pago quinquenal a los trabajadores, algunos miembros del EGP se infiltraron en las filas de trabajadores y finalmente atacaron a tiros a Arenas. Después, los atacantes huyeron en dirección a Chajul.
El hijo de Arenas inmediatamente acudió al ministro de la Defensa para denunciar el hecho. El ministro de la Defensa le respondió: “Usted está equivocado, en el área no hay guerrilla”. La primera interpretación de las instancias gubernamentales fue que el crimen de José Luis Arenas respondía a venganzas personales y no a motivos políticos.
Sin embargo, las represalias llegarían, cuando paracaidistas del Ejército secuestraron a 30 personas de la comunidad de Xalbal –Ixcán Grande– . Posteriormente en 1982 patrulleros civiles de La Perla acompañaron al ejército a las aldeas vecinas y lo ayudaron a cometer la peor cadena de masacres en el área Ixil.
Hoy en día, el más famoso descendiente de “El Tigre del Ixcán” es Rodrigo Arenas. El fundador del MCN.
Fuentes: raulfigueroasarti.blogspot.com; Mario Payeras – Los días de la Selva; wikiguate.com; David Stoll – Entre dos fuegos; en los pueblos ixiles de Guatemala; Foto de Plaza Pública “La Perla: No una hacienda, sino un esbozo del país”.
Edgar Balsells Conde, Finca La Perla y los orígenes de tanto conflicto social. ePinvestiga, noviembre 6, 2024
Para concluir y para pensar en lo que hay que hacer en 2024, es necesario pensar en las promesas que hizo Bernardo Arévalo durante la campaña electoral, lo que incluyeron en el Plan de Gobierno de Semilla y en las políticas que deben implementar, con responsabilidad, para darle solución a los conflictos sociales más profundos que hay en Guatemala. Para ello, como mínimo, las sugerencias de Edgar Balsells son pertinentes:
Los acuerdos de paz y la Política General de Gobierno 2024-2028 pretenden atacar este problema. Se afirma en ésta que se deben retomar los compromisos adquiridos en la Ley Marco para el cumplimiento de los Acuerdos de Paz, Decreto No. 52-2005 y abordar los desafíos de la sociedad, especialmente, para superar la exclusión y la discriminación estructural e institucional. Así, el respeto a los pueblos originarios, y el Acuerdo Socioeconómico y Agrario, son parte de la política oficial; hasta ahora en el papel y en buenas intenciones.
Solo una política coherente de “desarrollo rural integral” que también le de vida y cumplimiento a los Acuerdos de Paz en un nuevo contexto de decrecimiento de la economía extractivista y neoliberal y una lucha contra la pobreza y las desigualdades, la crisis ambiental y climática, por medio de un “Acuerdo Nacional de Medio Ambiente”, puede darle cumplimiento a lo que Semilla prometió en su Plan de Gobierno:
Coordinaremos la construcción de una nueva agenda para la paz y el desarrollo que, retomando el espíritu y principios de los Acuerdos de Paz, establezca los retos, las necesidades y las oportunidades que tenemos para construir una convivencia pacífica y armónica.
tomado del Blog de Marco Fonsea
https://marcofonseca.substack.com