Momentos de calma en la batalla

Zurdo

Miguel Angel Sandoval 

Las luchas sociales son impredecibles. Quien quiera, por la vía del análisis de gabinete, saber que debe ocurrir en la próxima semana o el próximo mes, no está entendiendo lo que ocurre en nuestro país. Hay un momento de tensa calma, pero no hay un cambio de la coyuntura. Lo que puede existir son pequeños escenarios, que si lo legal o lo político, que si los bloqueos o manifestaciones, que si repliegue o nuevas acciones. Todo puede ocurrir. Nada está descartado.  Y lo mejor es prepararse para continuar la batalla.  

En nuestro caso hay un nuevo actor con sus particulares formas y maneras de analizar los procesos sociales y políticos. Me refiero a los pueblos indígenas. No se puede pretender que una cultura milenaria, con autoridades forjadas en un modelo de organización comunitaria, que vivieron, según la visión ajena, al margen de la vida nacional, pueda atender y resolver los temas de la manera en que se miran desde la cultura dominante. Eso es perder la perspectiva y equivocar el análisis de lo que ocurre.  

Una cosa es cierta. Las autoridades indígenas ya dijeron hasta el cansancio dos cosas: que se iba a mantener el plantón en el MP y que las actividades que se vienen impulsando, cambiarían de forma, aunque no contenido. Pero ello para nuevas jornadas de presión social que bien podrían incluir todo el arsenal de formas que hemos visto desarrollarse a partir del 2 de octubre, que es la fecha que inicio lo que denominamos el levantamiento indígena de octubre. 

Creo que de todos es sabido, que incluso las mas grandes batallas tienen momentos de pausas, de reflujos, de descanso de las tropas, y hablo en sentido figurado, pues no es posible luchar sin descanso en el terreno que sea durante jornadas tan largas como sería el caso en este levantamiento de los pueblos indígenas. Claro que las demandas se mantienen, es indiscutible que el malestar en la ciudadanía crece. Es obvio que la lucha contra la corrupción debe mantenerse, y un largo etcétera. 

Ahora bien, en nuestro caso resulta casi lotería cantada, que los medios de comunicación hayan dejado de considerar noticia la presencia de los pueblos originarios en el MP. Ya no es noticia. Pero ello solo es un Angulo del tema, pues sabemos desde siempre que todo lo que se realiza desde los pueblos indígenas deja de ser noticia, salvo que haya una catástrofe, pero de la misma manera se olvida pronto. Especialmente si hay la aproximación imperdonable del expresidente Berger cuando ante una inundación dijo, muy simpático él, que no había que dramatizar pues “ya estaban acostumbrados”. 

El levantamiento de los pueblos indígenas ya es hecho adquirido y nuestro país tendría que decir de ahora en adelante, cuando se analicen los procesos políticos sean electorales, sociales, de orden institucional, que hubo el 2 de octubre que es cuando inicio el levantamiento de los pueblos indígenas, que vino y cambió todos los parámetros. Nos guste o no. Y ello si aún los funcionarios a los que se pide la renuncia, continúan en sus puestos, sin ninguna legitimidad, pero aferrados a un poder que cada día que pasa es menor. 

Mientras tanto, sabemos que, de aquí al 14 de enero, habrá una ciudadanía que tiene en las autoridades indígenas un liderazgo insospechado por unos y otros. Pero los procesos sociales, como indicaba al inicio de esta nota, son siempre portadores de nuevas realidades. Y como sabemos, nos encontramos ante una de ellas.  

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