Libertario, estafafor y represor

Zurdo

Miguel Angel Sandoval

El título de esta columna hace referencia al energúmeno que por ahora gobierna ese gran país que es Argentina, y que esta semana, vivió una jornada realmente dantesca, por la represión brutal a una marcha de jubilados. Los garrotazos, gases, balas de goma, tiros reales, infiltrados y policías encubiertos dieron el tono.  Todo para impulsar a como de lugar, la agenda de este, que tiene como símbolo que ilustra su naturaleza depredadora, una motosierra. Es la forma de decir que va a cortar de tajo todos los beneficios sociales que la sociedad argentina ha ganado a lo largo de años. Y que, de igual manera, va a cortar todos los derechos democráticos de la sociedad argentina. Es la brutalidad de una dictadura.

Por ello la motosierra ha cortado fondos para la educación, para la salud, para las pensiones de jubilados, para la cultura, para el deporte. Todo en medio de una ofensiva de un señor libertario, o mejor, neoliberal que con ello solo ha descalabrado al estado argentino y a su economía. Y más allá de los diferentes enfoques, la realidad es que se trata de un ajuste económico que sigue el viejo libreto de achicar el estado, de reducir el gasto social y de hacerlo, aun a costa de romper el estado de derecho o de convertir la democracia en una dictadura. Todo ello siguiendo los dictados de organismos financieros como el FMI.

Lo ocurrido ese fatídico miércoles 12 de marzo, en Buenos Aires, con la brutal represión a una marcha de los jubilados, o sea, los abuelos o adultos mayores o de la tercera edad, nos hizo reflexionar sobre un hecho que ya no puede quedar sin análisis. Es la motosierra en el recorte de los derechos democráticos a la libre manifestación, a la libertad de expresión y de prensa. Si bien es cierto que Milei fue electo de manera democrática es cierto o si se quiere, un hecho, que su conducta delincuencial y represiva, nos ponen delante a una dictadura con todos sus atributos. Ya no quedan dudas sobre el rasgo autoritario del régimen de Milei.

En otras ocasiones me he referido a dos niveles de las elecciones en sistemas democráticos. Uno es si se desarrollar en un marco de legalidad con lo cual se tiene una parte del esquema resuelto. El otro es la legitimidad y esa se gana día a día, con buen gobierno, con el respeto por las instituciones y el estado de derecho, o, dicho en otras palabras, con el respeto de las reglas de la democracia. Y no veo ningún lugar en el mundo que diga que hay que reprimir a los jubilados por demandar el pago o ajuste de sus pensiones ganadas por una vida de trabajo. Ello solo ocurre con una dictadura, aun si la misma se cubre con el ropaje de unas instituciones que no respeta.

Luego está el escándalo de las criptomonedas y la estafa de millones de dólares perpetrada por Milei, el nuevo dictador. Quizás haya quien crea que acusar a Milei de delincuente sea demasiado duro, acaso excesivo, pero los datos son innegables: ¿Cómo se puede tipificar la estafa de cientos de millones de dólares a centenas de personas que, confiando en la figura presidencial, se dieron a la tarea de buscar ganancias rápidas por la vía de especular y el resultado es que fueron estafados? ¿Y como se califica a quien comete ese delito?

Si se sigue la ruta del dinero y se rastrean cuentas de Milei o sus amigos, se verá quiénes ganaron y quiénes perdieron. Es obvio que el dictador Milei ganó, lo mismo que sus amigos cercanos. Perdieron. Los que guiados por el espejismo presidencial y un poco de avaricia, fueron estafados por el energúmeno Milei. ¿Con la estafa millonaria y la represión a los jubilados y la destrucción del estado argentino, alguien defiende a este energúmeno?

Pero eso es solo una de las facetas del estafador argentino. La mayor es la estafa nacional o si se prefiere la destrucción de la democracia impulsada por un liberal o libertario. Para destruir la democracia uso la motosierra neoliberal. Lo que en otros países se realizó con políticas apegadas ciertas formas “democráticas” Milei lo está realizando a golpe de macana, gases, y toda la represión imaginable. Se esta convirtiendo el estado de bienestar argentino, en una dictadura de nuevo tipo, sin golpe de estado con milicos gobernando, y sin defenestración de presidentes por la vía judicial. Se está realizando con motosierra neoliberal que no tiene en cuenta las reglas de la democracia, con todos los adjetivos que se le pongan.

¿Con la estafa millonaria y la represión a los jubilados y la destrucción del estado argentino, alguien defiende a este energúmeno?  Argentina, hoy por hoy, no es una democracia, aun si tiene algunos espacios que tienen que ver con la democracia; por el contrario, transita por el camino de la dictadura sin la presencia en primer plano de los milicos a la antigua. O en todo caso, vive un proceso convulso de defensa ciudadana simbolizada por los jubilados, de los restos de la democracia que Milei esta destrozando con motosierra.

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