La fiscal nunca te abandona

Por Mario Rodríguez A.

Al parecer Miguel Martínez resultó siendo uno de los principales activos del pacto de corruptos. Fue promovido por Giammattei, protegido por la fiscal general y alentado por el resto de integrantes de dicha organización criminal para desempeñar como el principal operador corrupto de toda la operación y logro un poder impresionante, al grado que llegaba al congreso a dar órdenes a los diputados y valiéndose de su condición de consorte del presidente, pudo aprovechar la cobertura que el poder le otorgó para gestionar contratos, comisiones, obras, promover empresas, vincularse con operadores criminales del narcotráfico, y lo más importante, reclutar operadores corruptos en distintas instancias estatales y empresariales para desfalcar al estado. Quizás con el conocimiento y consentimiento de los principales operadores de la justicia.

Mientras el presidente se dedicaba a gobernar, según sus propias palabras, Martínez se ocupó de estafar al estado. Y por la información que ahora se sabe, se puede deducir fácilmente que el ministerio público siempre supo de esas actividades delictivas. El día que se descubrieron las caletas que el ex ministro tenía en una casa de Antigua, la fiscal supo que había que desterrar al ex fiscal Sandoval y perseguirlo penalmente, una operación que iba destinada a minimizar los daños, reforzar la protección de Giammattei y sus cómplices. Así, el ministerio público se ocupó de gestionar la venganza por el atrevimiento de los fiscales anti corrupción, y luego utilizando la justicia penal para apartar y desterrar a políticos opositores. Ahora que salen a luz diversos esquemas de fraude y apropiación indebida de recursos estatales, la fiscalía continua sin responder, ni investigar a esa camarilla de corruptos encabezados por Martínez y Giammattei. Ayer se supo, que niega el expediente del ahora destituido ex presidente del Bantrab.

La pregunta es, hasta cuando sostendrá a Miguel Martínez fuera del radar de investigación, por que las evidencias y los casos se van sumando y la presión nacional e internacional en contra del actuar de la fiscal general se suman a la ya deteriorada posición que ahora tiene. Con la selección de los integrantes de las cortes, puede que la correlación de fuerza cambie para bien. En el congreso, una parte importante de los diputados han entendido que no puede seguir bajo la tutela del impresentable Allán Rodríguez, operador de Martínez. Aún así, el MP continúa protegiendo a los corruptos y la pregunta es ¿por qué?

La respuesta tal vez es simple. Él tiene conocimiento de toda la operación mafiosa, es un activo invaluable. Se imagina que vaya preso, por ejemplo a Estados Unidos por utilizar el sistema bancario de ese país, y allá para salvarse, deba confesar y entregar a sus cómplices. No hay que ser muy inteligencia para suponer que esta estructura mafiosa funciona en todos los estamentos del poder y muchas cabezas rodarían. Así las cosas, Miguel Martínez también puede ser el eslabón más débil para derrumbar esa estructura criminal o el más importante para evitar que los demás terminen de embarrarse entre tanta porquería. Para Gerona, no hay disyuntiva, no se puede abandonar a suerte a uno de los principales.

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