La convicción es que el 14 de enero asumirá Bernardo Arévalo
Por Victoria Korn |
La contundente victoria, con 58 por ciento de los votos, del binomio progresista Bernardo Arévalo-Karin Herrera en la elección presidencial del domingo en Guatemala, parecen haber conjurado las amenazas que se cernían sobre el proceso de transición democrática en Guatemala, al menos hasta el 14 de enero de 2024, día de la transición de poderes.
“La sociedad ya no acepta la política sucia y corrupta”, dijo Arévalo tras su victoria, pero queda en pie aún el riesgo de que el gobierno derechista intente desaparecer su partido, Movimiento Semilla, que venció en el balotaje a su contrincante derechista Sandra Torres, de Unidad Nacional por la Esperanza (UNE), con el 37 por ciento de votos, a lo que se sumó una drástica caída del voto nulo, de 17 a tres por ciento.
Las maniobras de la fiscal general Consuelo Porras, y del fiscal anticorrupción Rafael Curruchiche, para despojar del fuero a Arévalo y a sus colaboradores, meterlos en prisión, intentar anular las elecciones mediante impugnaciones masivas y evitar la declaratoria oficial del presidente electo el 31 de octubre y la toma de posesión, quedaron neutralizadas por la decisión ciudadana y por la masiva exigencia internacional de que se respete el proceso electoral.
Desde la primera vuelta en junio pasado, la Fiscalía intentó detener la candidatura de Arévalo por un supuesto caso de firmas falsas, pero a los abogados de Semilla no les permitieron acceder a los archivos con las supuestas pruebas, al tiempo que las acusaciones fueron cada vez más contradictorias e interpretadas como pretensiones de impedir que llegara al poder.
La cúpula del Ministerio Público está sancionada por la Casa Blanca por corrupción. Pese a ello, el fiscal Rafael Curruchiche afirmó que no descarta allanamientos, arrestos o levantamiento de fueros a integrantes del partido, incluido Arévalo.
Celebraron la victoria de Bernardo Arévalo,los mandatarios de Estados Unidos, Joe Biden; Cuba, Miguel Díaz-Canel; Colombia, Gustavo Petro; Honduras, Xiomara Castro, y el jefe de gobierno español, Pedro Sánchez.Para no quedar nuevamente fuera de cuadro, a la cascada de felicitaciones se sumaron el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro y el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell.
En un mensaje, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador felicitó “al pueblo vecino y hermano de Guatemala por el triunfo de Bernardo Arévalo como presidente de la República. Estoy seguro de que llegarán nuevos tiempos de humanismo y justicia para todos y, en particular, para los herederos de la gran civilización mesoamericana”.
Desde los medios hegemónicos anuncian que tras estas elecciones habrá “escenarios de mucha turbulencia” para el ganador, obstáculos supuestamente jurídicos (lawfare), pero evidentemente políticos: la cancelación del partido, el proceso de persecución a su dirigencia. Temen que Arévalo lleva adelante sus promesa de mejorar la educación, reducir la violencia y atacar la pobreza, que afecta al 59% de la población.
La vapuleada Sandra no se rinde
Por tercera ocasión Sandra Torres pierde la carrera presidencial, esta vez con una diferencia de 900 mil votos. La primera postura de su Unión Nacional de la Esperanza, es no aceptar los resultados y anunció que se declara en sesión permanente.Esta fue su tercera participación desde 2015, cuando obtuvo 1 millón 328 mil 342, frente a los 2 millones 751 mil 58 de Jimmy Morales.
En 2019, Sandra Torres compitió contra Alejandro Giammattei donde obtuvo 1 millón 384 mil 44 votos ante el 1 millón 907 mil 767 votos que obtuvo el aún presidente.
La situación de la ex primera dama, ex socialdemócrata que ya estuvo una vez presa por financiamiento electoral, se complica al surgir nuevas evidencias de que en su primera campaña proselitista recibió dinero turbio de un alto funcionario de su marido Álvaro Colom, el empresario farmacéutico Gustavo Alejos, quien ya también pasó por la cárcel por un fraude con medicamentos.
Además, sigue pesando en el ánimo de la gente la imagen negativa que se generó por los elementos de la campaña negra que lanzó contra Arévalo, a quien no dejó de llamar “fulano, pervertidor de niños y uruguayo”. Bernardo nació en 1958 en Montevideo, donde estaba exiliado su padre, el expresidente Juan José Arévalo.
Mientras, en Semilla se hizo la primera campaña electoral de la que se tenga memoria financiada totalmente por pequeños donantes, sin capitales de las grandes empresas y mucho menos del crimen organizado.El tope de campaña para cada contendiente fue de cerca de 35 millones de quetzales. Movimiento Semilla gastó menos de dos millones.
*Periodista venezolana, analista de temas de Centroamérica y el Caribe, asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)