Democracia criolla

Por Mario Rodríguez Acosta
La democracia guatemalteca parece ser un juego que se activa cada 4 años solamente para llenar requisitos y guardar las apariencias. Lo novedoso de este año fue la sorpresa que se dio, luego de sortear una serie de condicionantes que dejaron afuera previamente a los contendientes que más posibilidades tenían de llegar a la recta final, se coló uno. Fue tan obvio, que la democracia se sintió ofendida por la actuación del aparato institucional que con cinismo y prepotencia buscó la continuidad del saqueo y los castigo con el voto útil y el voto nulo.
Para que el juego de la democracia estuviera completo, se emprendió una cruzada supuestamente “enmarcada en derecho”, como le gusta decir a la inquisidora del pacto de corruptos desde el Ministerio Público, para cambiar el resultado, sin que se perciba como una intromisión de la dictadura. Así que han buscado todas las vetas jurídicas que han podido, fraude, suspensión de personería jurídica, ordenes de captura, firmas falsas y un rosario de amparos y contra amparos para que los organismos de justicia cooptados tengan las llaves finales del entuerto.
Con las cartas sobre la mesa, el resultado puede parecer obvio. La gran perdedora, la que se ha prestado a ser la llave del triunfo para los otros, pero que sobrevive en cada fracaso, se niega a morir. Antes no le importo perder, pero ahora tiene que pensar en alguna posibilidad de ganar, por inverosímil que parece. Y se esfuerza torpemente para evitar la muerte política.
Tiene a su favor al pacto de corruptos, que ya es decir mucho. A pesar que los fascistas le llaman “cualquier cosa” y a los neoliberales les de vergüenza proclamar que la apoyan, ella representa la única opción que les queda. Los ricos excéntricos y conocidos del polvo blanco que no es harina han abierto sus billeteras. El monopolio mediático, la élite militar y, por, sobre todo, las iglesias neopentecostales, así como los conservadores puritanos y asesinos del mundillo de Dios, Patria y Libertad le apoyan. Tan involucrados están que hasta el presidente en persona y su personero más cercano se han sumado a su campaña.
Lo más curioso de está democracia implica que todos estos grupos de apoyo a Sandra Torres, no quieren que ella quede, y la detestan tanto o más que al adversario, y tampoco hacen campaña a su favor, más bien, lo que quieren y hacen es no permitir que los ciudadanos decidan y den su voto al contrincante. El pacto de corruptos estaría encantado si Conde, Zury o hasta el mismo Mulet fuera el elegido para el balotaje. Pero eso ya no viable, ni posible, en una democracia. Aún en aquella que aparenta serlo.
Pero estos pillos tienen planes de contingencia para todo y morirán con las botas puestas y lo van a intentar, pues para eso han creado la democracia con sentido chapín.
Para la votación del 20 de agosto la apuesta es sencilla. Cambiar el sentido del voto a través de una agresiva campaña negra contra Arévalo, y ahí los pastores de la corrupción están jugando un papel fundamental. Luego, va a replicar la estrategia que creo la mayor bancada de diputados de Vamos en el Congreso, comprando votos, coaccionando a la gente, sobornando alcaldes y, sobre todo, teniendo control de los votantes del interior, ya sea por violencia o clientelismo. Si los votos no son suficientes, basta con que no sea tan contundente la derrota, para activar el siguiente plan.
Ahí la fiscal General tendrá que asumir el choque frontal contra el sentir ciudadano, sin importar la destrucción del frágil estado de derecho y decretar quién no puede ser presidente, a pesar de los votos ciudadanos. Para paliar los daños el CACIF hará el lobby necesario, pues todos los involucrados prefieren hacer su parte, con esto en mente: hoy por ti, mañana por mí. Si todo eso falla, habrán logrado debilitar nuevo presidente. Y tendrán la posibilidad de un golpe de estado en los meses siguientes.
El asunto es complejo y el triunfo de Bernardo Arévalo no es seguro. Sandra Torres es una sobreviviente y ahora cuenta con todo el aparato criminal del estado cooptado y sus aliados fascista de los sectores más conservadores y criminales del país. Los corruptos no dejaran el poder, sin dar pelea. Y están seguros, que pueden lograr sus objetivos.
Por el momento lo único que se interpone, es conseguir que los guatemaltecos lo acepten.
