Ciencia, tecnología y educación: primeros cien días de Semilla

Por Fernando Cajas
El problema existencial de la educación de Guatemala es su falta de entendimiento de la educación técnica,
no tecnocrática. El país cuenta con más de doscientos «especialidades» de bachilleratos y peritos técnicos
que recorren una gama impresionante de áreas, desde computación hasta aviación. Un estudio de estos
programas muestra que los de computación son realmente técnicos de bajísimo nivel, preparados para la
repetición y los de aviación, ni un avión conocen.
En la universidad la situación cambia poco. Todas las universidades promueven una enfermedad
llamada licenciatitis, con la cual no sólo lucran, sino que bloquean el desarrollo del país. Las ingenierías son
dadas en muchas universidades sin innovación, sin laboratorios y sin las componentes clave de la educación
técnica con profesores con muy poca formación científica y tecnológica y casi nula formación didáctica. El
peor escenario se encuentra en las carreras sociales donde ni siquiera se piensa en la importancia de la
educación técnica porque no conciben que las licenciaturas en derecho, económicas, medicina, todas
requieren de base técnica altamente formada en ciencia y tecnología. El panorama rural es un aún más
grave toda vez que a pesar de tener muchos recursos naturales, abundantes horas-sol, agua, vegetación y
otros, no hay educación técnica de base que permita entender los procesos de uso de energía solar,
tratamiento y re uso de agua, sistemas de cultivo y producción de eco alimentos para desarrollo endógeno.
Los primeros cien días:
- Conociendo la sistematización existente de la oferta de educación técnica en Guatemala, promover
un reordenamiento urgente del currículo de todos los bachilleratos y peritos a nivel secundaria,
dejando un solo currículo con alta formación en ciencia, tecnología y pertinencia social adecuado a
los diferentes contextos de Guatemala. - Aprobar la política nacional de educación técnica, cuyo borrador ya fue elaborado en el 2017 ente
la Universidad de San Carlos de Guatemala (Instituto Tecnológico Universitario Guatemala Sur,
ITGUS) y el Ministerio de Educación de Guatemala. - Desarrollar un primer taller de formación docente urgente enfocado en el entendimiento de la
ciencia, la tecnología, la ingeniería, la matemática (STEM por sus siglas en inglés) a través de la
Escuela de Formación de Profesores de Enseñanza Media, EFPEM con apoyo de la Asociación
Americana del Avances de la Ciencia (AAAS). - Anclar la experimentación del nuevo currículo de educación técnica en un programa piloto, FARO;
cuya ubicación debería ser en un municipio ejemplar del occidente de Guatemala, donde se modele
una educación técnica que permita tener aprendizajes pertinentes de ciencia, matemática,
tecnología e ingeniería (STEM) alrededor de necesidades reales de la comunidad donde este inserte
FARO. - Crear el Centro Nacional de la Educación Técnica, cuya función es proponer, revisar, mejorar
científicamente políticas de educación técnica alrededor de programas FARO en todo el país,
iniciando a los cincuenta días del Gobierno de Semilla con al menos un FARO en Salcajá.
Estas cinco acciones han sido previamente estudiadas en diferentes foros nacionales e
internacionales. Tenemos evidencia de que desde STEM se pueden fortalecer las grandes
debilidades en el aprendizaje de la matemática, la lectura, la ciencia y principalmente la tecnología
para el desarrollo endógeno guatemalteco