A mis amigos democráticos: hay una nueva coyuntura
Miguel Angel Sandoval
En las mentadas redes sociales, leo con inquietud que amigos o conocidos buscan de una forma y otra, ponerle peros a la aprobación del ajuste al presupuesto.
Y lo hacen con objeciones que parecen correctas aunque no todas, algunos razonamientos anclados en lo habitual, no hablo de buena o mala fe. A veces es desconfianza, en otras son análisis que se basan en el filtro ideológico. Otros más en lo que puede ser la ingenuidad del gobierno que estaría pensando en una victoria política, lo cual es un autoengaño. Y un largo etcétera.
Sin embargo creo que debería ubicarse la aprobación en el contexto real del país y sí, analizarlo como un éxito y porque no, como una victoria política. Quizás lo que hace más falta es apropiarse de esa victoria política, incorporar la misma en los análisis y por supuesto, ir por más.
Solo recuerdo que en mi crónica de lo ocurrido del 25J al 14E, decía de los tiempos recios que venían y eso es lo que hemos estado observando. Solo hace falta recordar que en agosto del 2023 los derrotados fueron los restos de la contrainsurgencia, el continuismo corrupto y el anticomunismo primitivo. Como se sabía, no iban a dejar de sabotear y boicotear al nuevo gobierno.
Quien haya pensado en una primavera democrática y en autopista pavimentada sin hoyos, pues se equivocó. Se trata de la lucha política cotidiana, con avances y retrocesos, con éxitos y reveses, con derrotas y victorias, pero si hay rumbo estratégico, a ese se le debe apostar. Le debemos apostar.
Es lo que vimos en lo ocurrido en el congreso. Especialmente debido a que en dos votaciones se obtuvo con mayoría calificada dicha aprobación. Y quienes saben algo del congreso entienden que una votación de mayoría calificada es muy difícil y rara. No ocurre todos los días. Menos con la composición del mismo arrojada por las urnas.
Pero en este caso, entre la primera y segunda votación hubo tres hechos notables: a) la CC, por cuestiones de forma, veto o paro, pero de facto, suspendió dicha aprobación, b) el MP extralimitandose convocó a jefes de bancadas y algo más, c) la votación en la segunda aprobación, creció en más de media docena de votos.
En pocas palabras, en el lapso de una semana la votación para aprobar el presupuesto dejó a la derecha dividida, con apenas 40 votos, y sin poner la agenda, sin tener el control del hemiciclo. Y esto colegas, es vital. Por ello, sí se trata de un éxito político de ligas mayores. Adicionalmente, muchos diputados vencieron el temor y las amenazas veladas y no tanto, del MP. Y le dijeron un no claro, al chantaje de la CC.
Por supuesto que eso no es la toma del palacio de invierno, y que no es algo irreversible, tampoco es la conquista del Everest. Es una victoria política en el congreso nada más, pero eso merece saludarse. Tampoco implica que el congreso cambió su naturaleza. Solo que hay una coyuntura nueva.
Lo que sigue es una serie de batallas políticas en todo el escenario nacional. Una tiene que ver con la ejecución del gasto tanto en cantidad como en calidad, otra con la batalla de la comunicación. Hacer cosas de manera correcta y que se sepan, publicitarlas, ubicarlas en su justa dimensión, valorarlas como pasos en dirección a los mejores objetivos de un gobierno de naturaleza diferente y con claro mandato popular.
Es una agenda amplia y compleja la que debe abordarse. Entre algunos temas está la seguridad ciudadana. No quedan muchas dudas de que debe mejorar. Hay un clima de violencia e inseguridad que debe terminar. Y hay un gran desafío en el tema de la infraestructura nacional. Carreteras, puertos y aeropuertos son vitales. Por suerte se dispone de algunos recursos vía el presupuesto y deberán buscarse más soluciones velando por la rectoría del estado. Cómo digo, la lista y luchas con muchas. Y está la agenda histórica de los revolucionarios y demócratas.
No sé trata de echar las campanas al vuelo, pero sí de entender que si hace unos dos o tres meses la idea que recorría las redes era que no se podía avanzar o incluso que ya no se iba a avanzar, pues ahora hay un escenario diferente. Se entienda o no, se valore o no. Cambió la percepción. Y eso se valora.
Agreguemos a este éxito que hoy la lucha por las cortes tiene un ingreso entre nuevo y es la confianza renovada de que si se puede y de manera especial si es con la fuerza social que sale a decir estos son nuestros derechos y lo dicen de manera clara, como lo hacen ahora las autoridades indígenas y ello es parte de la nueva coyuntura. Juntos sí podemos.
Por supuesto que es solo un buen paso pero que desarmó la mayoría legislativa de derecha extrema y corrupta. Se que me dirán, que en la nueva mayoría hay corruptos. Y yo respondo, por supuesto que sí, si la nueva mayoría se construyó con lo que hay, no con diputados que pasaron el escáner de la pureza…o con diputados que tienen la santidad garantizada. Es el congreso chapín, no el Vaticano. Y como sabemos, ni ahí.