Mirada no complaciente y las cosas como son

Miguel Angel Sandoval
“El cambio nunca es doloroso, solo la resistencia al cambio es dolorosa.”
Esta frase súper elocuente, tomada de Buda, viene a cuento pues en los últimos tiempos vemos como se alinean los enemigos del cambio, pues el mismo les duele, les afecta en sus intereses aun si estos son espurios; se trata de la perdida de espacios para los negocios de la corrupción, que desde hace mucho se entronizó en el país y solo ahora se inicia o se intenta ponerle freno y límites claros. Son los hechos y los resultados están a la vista.
A manera de ejemplo, se sabe que, en varios ministerios, prácticas que por costumbre se habían legitimado como formas solapadas de corrupción, ahora no funcionan de la misma manera. Ya muchos integrantes del pacto y sus viejas mañas se han dado cuenta. Ya no los reciben en los ministerios con fanfarreas, ni les aprueban plazas para sus protegidos. Se topan con pared.
Pero hay otro nivel de análisis que hace falta plantear.
Quizás lo primero que es necesario decir con todas sus letras, es que los emisarios del pasado, o sea los restos de la contrainsurgencia y la violencia organizada, fueron derrotados, así como el continuismo oficialista que llevó la corrupción a su más alta expresión. Aunque los desplazados se agrupen insistan, boicoteen, usen la fuerza que les queda en el organismo legislativo o en sistema de justicia. En su lugar, contra viento y marea, la opción de Bernardo Arévalo y su partido, Semilla. En pocas palabras, un proyecto alejado del pasado reciente y de naturaleza distinta a las expresiones políticas que habían dominado el escenario nacional en los últimos tres gobiernos, para decir lo menos.
Este sería el primer elemento positivo a subrayar, pues solo ese dato introduce un cambio, que podría ser calificado de época, aun si esto suena un poco complaciente o poco riguroso. Pero son los hechos. Y creo que cualquier ciudadano en goce de todas sus facultades, puede darse cuenta del cambio que representa que gobierne Bernardo Arévalo, a que estuviera en su lugar alguno de la lista Engels o expresiones del talante de la fundaterror; o aquellos personajes que ante un catarro proponían la pena de muerte.
Con este hecho adquirido, el siguiente paso fue la estructuración de un gabinete de gobierno en donde resaltan las capacidades técnicas y lo que puede ser llamado, falta de oficio político, aunque no en todos los casos, y que tiene una característica que debe ser aquilatada en todo lo que implica. Se trata de un gabinete paritario, y ello ocurre por primera vez en nuestro país. Trascendente o intrascendente, pero debe ser analizado como uno de los primeros temas.
Con el ruido de los primeros 100 días o como digo, bien podrían ser 111 o 180, algo que se debe resaltar son las jornadas para nominar a los gobernadores. Es un proceso de nominación, que ocurre por primera vez en nuestro país, es decir, un proceso abierto, publico, transparente. Lo primero a destacar, es que los señalamientos de lentitud, de desgaste, de falta de carácter del gobierno, son apenas parte de lo que sería pertinente analizar. El ruido se le debe adjudicar a los partidos políticos que dejaron de controlar un proceso que, si algo tiene, es la posibilidad de hacer negocio y de poner en marcha sus empresas, creadas todas a la sombra del presupuesto público.
Con lo complejo que fue la elección en algunos departamentos, o la forma que fue adquiriendo, algo quedo expuesto de manera clara: se pudo asistir a una radiografía de las redes de la corrupción que se han formado a lo largo de años. Por ello el esfuerzo por hacer público el proceso de selección para los gobernadores, es a la fecha un proceso positivo, que, si algo deja, es la seguridad que la vía escogida era necesaria para obtener los resultados que se alcanzaron.
La fase de definiciones de la selección de los gobernadores, se hizo teniendo como marco claro e inobjetable, el artículo 227 de la constitución política de la república que establece con claridad que el nombramiento de gobernadores es una responsabilidad exclusiva del presidente de la república. Eso es lo que finalmente se hizo. En otras palabras, se realizó un proceso participativo, en donde salieron a luz temas sobre los cuales no se tenía una valoración exacta de su dimensión y sus características. Ahora el trabajo de los gobernadores tendría un marco claro y con ello gana la democracia guatemalteca.
No es menos importante un hecho que puede ser expresión de un nuevo momento en la democracia guatemalteca: es la elección de un significativo numero de gobernadores escogidos del liderazgo indígena, con lo cual la idea de un gobierno que entiende como no se había visto, la importancia de gobernar un país multiétnico, plural, y todas las características del nuestro. Es una de las formas que adquiere un hecho fundante para el país: la concreción de los derechos de los pueblos indígenas que han sido recogidos en múltiples instrumentos como los Acuerdos de Paz o convenios internacionales. Ahora por una vía inexplorada en el pasado, se llega a un momento que debe llamar a la reflexión sobre los logros de los primeros días del nuevo gobierno.
Otro tanto ocurre en los temas de medio ambiente. Solo el impulso al saneamiento y recuperación de la cuenta del Motagua es un desafío de alcance casi Homérico. Y los miles de toneladas de basura recogidas en los afluentes del Motagua, nos dicen que la porquería se puede limpiar en nuestro país, y ojalá que, así como se limpia de basura una de las cuencas principales, se pueda limpiar de toda la basura el sistema político del país…. En ello creo que hay enormes posibilidades.
Solo con los temas apuntados se puede tener una aproximación más objetiva para un balance de lo realizado en los primeros meses de gobierno. Queda pendiente el espinoso asunto del sector justicia y lo que corresponde a la investigación penal. Y por supuesto, está el expediente de Semilla como partido político, que ha sido objeto de las mayores atrocidades de pseudo naturaleza legal. Ahí hay un enorme desafío que no se puede resolver solo con la voluntad, sino que hace falta contar con las fuerzas y las alianzas indispensables para que un cambio de rumbo pueda ser impulsado. Es algo pendiente ni duda cabe. Y ello se debe abordar y resolver en los próximos días, meses o semanas. Los tiempos políticos no son producto de la voluntad, menos del voluntarismo.