George Soros vs. Trump y Biden vs. Netanyahu
Suena inverosímil que dos jázaros (https://bit.ly/4bQeMT7) muy influyentes, George Soros (GS) y el premier Netanyahu, participen en primera fila de la contienda presidencial entre Trump y Biden.
The Forward, que se ostenta como portal judío, independiente (sic) y no lucrativo
, en su sectario judeocentrismo alega las “7 cosas judías (https://bit.ly/3V7JG1W) del tribunal donde el jurado deliberó la suerte de Trump”, entre ellas, la invocación de GS por Trump, quien arremetió contra el megaespeculador GS, de origen húngaro, por haber financiado al polémico fiscal afro-estadunidense de Manhattan Alvin Bragg (AB).
La aplastante mayoría de los multimedia que controla GS se le fueron a la yugular a Trump por haber atacado sin evidencias al megaespeculador.
La tónica multitudinaria de los multimedia fue dada por Glenn Kessler (GK), miembro del muy influyente Council on Foreign Relations, quien se autonombra desde hace 11 años “verificador de hechos ( The Fact Checker), y contrataca en The Washington Post –del multimillonario Jeff Bezos y presunto portavoz de la CIA– con el “reclamo incendiario de que GS ‘financió’ a AB”.
El muy polémico malabarista de hechos y deshechos GK asevera que GS como tal nunca participó en el financiamiento de la campaña electoral de AB, aunque, en un triple salto de la muerte sin red de protección, acepta que el hijo de GS y su nuera
sí financiaron al polémico fiscal AB. El prestidigitador de hechos se contradice al admitir que GS contribuyó con un millón de dólares a Color of Change (Cambio de Color), organización progresista (sic) que apoyó la campaña del fiscal AB (https://wapo.st/4c37AlW).
GK, que verifica a su antojo lo que le conviene –siempre en beneficio del establishment y del Deep State– omite el feroz aserto para demoler a Trump del heredero de Soros
, Alexander Soros (AS), de 38 años, hoy patrón de la fétida Fundación Sociedad Abierta –nombrado hace seis años entre los líderes jóvenes globales del Foro Económico Mundial de Davos
que maneja el alemán globalista Klaus Schwab: invento del ya fallecido jázaro Henry Kissinger, ex empleado del banquero David Rockefeller: creador de la Comisión Trilateral (https://bit.ly/3V8RW1x).
AS, quien se entromete en todas partes, desde Ucrania, pasando por Armenia, hasta México (sic), “urgió a los demócratas a martillar a Trump como un ‘felón convicto’ a cada oportunidad” (https://yhoo.it/3VpAtmK).
Hoy, la sociedad israelí se encuentra fracturada a todos los niveles, pero resalta la añeja confrontación de los dos jázaros GS y Netanyahu, a grado tal que el controvertido hijo del premier israelí, Yair, de 32 años –y a quien no pocas veces el premier israelí usa como su matraquero oficioso–, se ha burlado en sus virulentos memes de GS (https://bit.ly/4bJk8Pr).
La fractura y sus facturas han alcanzado los donativos de los multimillonarios jázaros, como Bill Ackman y Miriam Adelson, viuda del casinero Sheldon (https://on.ft.com/4aJR0X3), quienes el mismo día de la aparente sovietización judicial del caso Trump (https://bit.ly/4bHINnC), de aplicación moderna del lawfare –judicialización de la política sectaria–, aportaron generosos donativos al supuesto felón convicto
.
Según Bloomberg, una pléyade de multimillonarios jázaros de Wall Street, muy cercanos a Netanyahu y a los republicanos, se apresuró a respaldar a Trump haciendo mofa del veredicto (https://bloom.bg/3KAFti5), entre ellos el muy poderoso jázaro Steve Schwarzman, mandamás de BlackStone, antecesor de BlackRock.
No es ningún secreto exponer los lazos de Trump con Netanyahu mediante las tratativas de su yerno jázaro Jared Kushner, cuando cada vez más se nota la alta tensión –sin llegar a la impensable ruptura, debido a la influencia del premier israelí en el Congreso, donde acaba de ser invitado insólitamente para exponer su postura–, entre el premier israelí y Biden, quien fulminó que “la gente tiene ‘toda la razón del mundo’ (https://bit.ly/3KsbusT) en pensar que Netanyahu extiende la guerra para permanecer en el poder”.
¿Quién ganará entre Soros/Biden y Netanyahu/Trump?
La Jornada