El caso de Camilo en la USAC
Miguel Angel Sandoval
“Mi apoyo sin reservas a Camilo García y su reincorporación académica”
La crisis en la USAC es en verdad total. Hay un proceso galopante que busca destruir las tradiciones universitarias, la autonomía y ello es claro desde donde se le quiera ver. No hace falta una gran lupa. Es este el contexto el escándalo que representa la expulsión de Camilo García. Escuchando en radio el caso y conversando con amigos san carlistas el asunto tiene un origen: el fraude descarado en la elección del rector de la USAC.
Si recordamos, hubo votación amañada, no se dejó ingresar a la oposición al centro de votación, etc. Y en respuesta a ello se ocupó la universidad durante mucho tiempo y finalmente se opta por plantear el regreso a las clases presenciales pues ello, al prolongarse por mucho tiempo, afecta a los estudiantes, a los profesores, así como diversas actividades administrativas.
Eso es lo formal, el desenvolvimiento académico, las funciones de registro, contabilidad, etc. Pero el punto más grave es en lo que toca a la institucionalidad universitaria, que durante décadas ha funcionado de forma más o menos satisfactoria, respetando normas, criterios, tradiciones propias de la USAC, que ahora de un plumazo, un grupo del consejo superior, ha cruzado la raya de lo tolerable. Lo digo como amigo de la USAC, también como ciudadano preocupado por la única universidad pública del país, a la cual le aporto con mis impuestos.
Como se sabe, el CSU está integrado de forma tripartita. Delegados estudiantiles, del claustro de catedráticos y de los colegios profesionales. Y en ese cuerpo colegiado se han discutido por años los problemas de la USAC. Con más éxito o con menos fortuna, pero siempre desde posiciones diferentes, plurales, a veces con todo subido, incluso con insultos. Pero siempre buscando el consenso, tratando de preservar la legitimidad del debate, del disenso, de los acuerdos. En suma, en una clara vocación democrática, universitaria.
Ahora, Camilo García, el estudiante de Ciencias químicas, en una discusión les dijo a los miembros del consejo que eran cobardes por no respetar la autonomía, por no oponerse al fraude, o por no demandar transparencia en el presupuesto, no sé exactamente, y no creo que ese sea el tema. Por ese término utilizado en un debate polémico, 22 consejeros en voto secreto, que conformaron la mayoría, expulsa de la USAC a Camilo García y con ello lo condenan a perder su brillante carrera (8avo semestre promedio de 85) como futuro profesional de la química pura. Señores, esto es inaudito. Esto es un crimen de lesa academia.
Desde este espacio señalo a esos 22 miembros del consejo superior universitario de estar utilizando prácticas de la inquisición, ajenas totalmente a la academia, a la democracia, a la vida universitaria. Y creo que, como muchos estudiantes, profesionales, y gente de la calle, estamos indignados, y apoyamos la inmediata reincorporación de Camilo a sus actividades académicas. El CSU no es un tribunal de la inquisición.