Las dificultades de sustituir importaciones desde China
Enrique Dussel Peters*
A
mediados de septiembre pasado el Ejecutivo nacional propuso un significativo incremento a los aranceles a las importaciones de los países con los que México no tiene acuerdos comerciales, afectando particularmente a China, así como a India y Corea del Sur, entre otros. Argumentamos ( La Jornada, septiembre 17) que las medidas no parecían haberse reflexionado lo suficiente por sus consecuencias en México ante la participación en las importaciones totales y ante las contradicciones para que estas medidas efectivamente llevaran hacia una diversificación del comercio exterior de México con Estados Unidos.
¿Por qué es tan complejo en la actualidad sustituir importaciones de China, considerando que ya representan más de 20 por ciento en México y en América Latina y el Caribe? Ante el importante avance tecnológico de China en las últimas décadas, sus empresas están ya muy cerca del nivel tecnológico de Occidente y Estados Unidos y, en múltiples cadenas globales de valor, incluso ya los ha rebasado. Sustituir importaciones del líder tecnológico, desde esta perspectiva, es altamente complejo o simplemente imposible: no existe productos y tecnologías comparables, más allá de los precios.
Un buen ejemplo son las telecomunicaciones y la próxima red 6G, que estará empezando a poner en marcha Huawei, muy lejana a la competencia. No existe posibilidad de sustitución efectiva, al igual que en muchos otros crecientes rubros.
La información ofrecida por Naciones Unidas (UN-Comtrade) sobre el comercio exterior de los países nos permiten comprender la complejidad arriba señalada con base en dos indicadores.
Primero. El comercio exterior con base en su nivel tecnológico (medido según los productos de nivel medio y alto). En América Latina y el Caribe (ALC), por ejemplo, las exportaciones a China no han superado 5 por ciento ante la predominancia de masivas exportaciones de materias primas con mínimo valor agregado y nivel tecnológico. Las importaciones, sin embargo, han incrementado constantemente su nivel tecnológico: 57.98 por ciento de las importaciones de ALC desde China en 2024 fueron de nivel tecnológico medio y alto. Desde 2002, el nivel tecnológico de las importaciones desde China superó al estadunidense (de 37.96 por ciento en 2024).
La relación de México según sus importaciones es similar: desde 2003 más de 70 por ciento de las importaciones chinas tienen nivel tecnológico medio y alto y disminuyó ligeramente a partir de 2021. Desde 1999 el nivel tecnológico de las importaciones mexicanas provenientes de China es superior al de Estados Unidos y en 2024 fue de 65.95 y 39.37 por ciento, respectivamente.
Un segundo aspecto es significativo: el comercio exterior de ALC y de México por tipo de bienes. Para ALC sus exportaciones a China son cercanas en 90 por ciento a bienes intermedios (y materias primas) en 2022 y 2024; para Estados Unidos es menos de la mitad de estos altísimos niveles, como resultado, la exportación de ALC a China de bienes de capital fue de 1.09 por ciento durante 1990-2024 y de 22.81 por ciento para Estados Unidos. Las importaciones de ALC provenientes de China constituyeron más de 75 por ciento de bienes intermedios y de capital desde 2008; con pocas excepciones desde 2009, más de 30 por ciento de las importaciones provenientes de China fueron bienes de capital. El desempeño del comercio exterior de ALC con Estados Unidos es opuesto: las exportaciones de ALC han incrementado de forma importante los bienes intermedios y, particularmente, los bienes de capital (de menos de 10 por ciento hasta 1991 a niveles superiores a 25 por ciento desde 2015) y un importante descenso de sus bienes de capital en las importaciones de ALC: de más de 20 por ciento de las importaciones de ALC hasta 1999 a 12.64 por ciento en 2024. En 2002 la participación de las importaciones de bienes de capital de ALC desde China superaron el porcentaje de Estados Unidos y en 2024 más que lo duplicó (con 27.33 y 12.64 por ciento, respectivamente). Las importaciones mexicanas desde China han sido crecientemente de bienes intermedios (más de 50 por ciento desde 2003) y notablemente de bienes de capital (también más de 30 por ciento desde 2003). Las importaciones de México desde China representaron 30.35 por ciento bienes de capital; las de Estados Unidos apenas 12.9 por ciento y con una fuerte tendencia a la baja desde finales de la década de 1990.
Ambas tendencias reflejan los enormes retos de buscar sustituir importaciones desde China ante el alto nivel tecnológico y el sustantivo componente de bienes de capital. La cantidad y la calidad de las importaciones desde China, tanto para ALC como para México, prevén enormes dificultades para sustituir importaciones. Cuantitativamente y cualitativamente en muchos casos no existen bienes que pudieran importarse de otros países; la producción en México en muchos rubros se antoja lejana. Estados Unidos, en muchos otros, no ofrece opciones realistas.
Las medidas arancelarias del 9 de septiembre de 2025 fueron en estos días pospuestas –según algunos hasta 2027, otros hasta diciembre de 2025– sin debate público alguno. No queda claro si los principales argumentos tuvieron que ver con las empresas mexicanas afectadas, el trabajo de algunos organismos empresariales y embajadas de los países afectados y/o el argumento de no malgastar instrumentos antes de iniciar las negociaciones del T-MEC. Independientemente, ojalá y los tomadores de decisión consideren de forma realista las enormes dificultades para lograr una efectiva sustitución de importaciones del líder tecnológico, en muchos casos. Sería probablemente más fácil sustituir importaciones de otros países de menor nivel tecnológico.
¿Será?
* Profesor del Posgrado en Economía y coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM
