Los planes quinquenales de China
Mynor Martínez
Una de las actividades del gobierno de China es el desarrollo de sus Planes Quinquenales, que se traduce como sus objetivos y metas a cumplir cada cinco años y que constituyen una base de su modelo político.
En esta ocasión que me encuentro en el Gigante Asiático he tenido la oportunidad de estar en el momento en que se está elaborando, aprobando y presentando el XV Plan Quinquenal de Desarrollo Económico y Social. Para conocer mejor este proceso, participé en el Foro Hong Ting, donde se presentó un resumen del mismo.
La palabra planificación causa alergia a algunas personas, porque de inmediato se ubican en la Unión Soviética y la Guerra Fría. Pero aquí debemos cambiar de ideas y ver que el mundo ya no es el mismo. En el diccionario la planificación se define así: “Definir cada paso con el fin de cumplir pequeños logros, encaminados a cumplir una meta más grande”.
Precisamente eso es lo que China realiza, define estrategias para continuar su crecimiento y desarrollo para la modernización de su sistema socialista (ojo que no lo definen como comunista), con una filosofía guía y principios fundamentales, que para el próximo quinquenio se resumen en seis:
Uno, es el liderazgo del Partido Comunista en todas las áreas, tanto económicas como sociales, profundizando en el servicio y la reducción de la burocracia, esto último en nuestros países occidentales podría parecer una contradicción en sí misma, pero en el modelo chino no son sinónimos. Puede haber un estado fuerte sin que esto signifique burocracia anquilosada. Pronto realizaré un video resumiendo las visitas a sectores públicos que trabajan eficientemente al servicio de los negocios y la comunidad.
El segundo punto, las aspiraciones de desarrollo de todo el pueblo chino, en este sentido me llamó la atención que China aún no se considera un país de altos ingresos, sino todavía en proceso de crecimiento, a pesar de que los números le favorecen (arriba del 5% anual). Una de sus metas es que para el año 2035 se conviertan un país de altos niveles de ingresos.
En tercer lugar, se aspira a la formación de la alta calidad, lo que significa un proceso de actualización constante, la formación de capacidades y habilidades, así como el desarrollo de un país socialista moderno. En este punto he sido testigo de la importancia que los chinos le dan a la preparación personal y social, lo que se traduce en una meritocracia efectiva.
Como cuarto punto, trabajar integralmente para el éxito del camino de la reforma y la apertura, proceso que comenzaron hace más de 40 años, pero que todavía lo consideran que se encuentra en construcción. En quinto lugar, buscan promover un mercado y un gobierno eficiente, algo que tienen muy claro en sus instituciones. En China no se hace distinción ideológica entre mercado y desarrollo social, una gran ventaja para ellos, porque esto evita la existencia de fricciones innecesarias para crecer de forma sostenida y distribuida.
Como último punto, se busca asegurar el desarrollo social y la seguridad, que hoy en día tiene varios retos internos y externos. El gobierno chino le da gran importancia a la monitorización de los cambios geopolíticos para mantener una constante rectificación de su camino hacia el progreso y desarrollo social, como una especie de resiliencia.
Uno de los temas que se mencionan estratégicamente es la innovación. El 18% del Producto Interno Bruto (PIB) del país se originan de las nuevas industrias y nuevos modelos de negocios. Esto ha sido tan importante en los planes quinquenales recientes que ha producido su efecto. En el índice Global de Innovación Tecnológica, China ha pasado del puesto 34 (2012) al puesto 10 en la actualidad, y en el próximo período quinquenal van por una mejor posición.
Me llamó mucho la atención una frase que escuché en dicho foro: “El desarrollo es una garantía de seguridad”. El modelo socialista con peculiaridades chinas es un gran reto para este país, porque combina el modelo de economía de mercado con los principios del desarrollo social, sin que una excluya a la otra.
Para China no es importante ser el primer lugar en el mundo, ni sustituir a las otras potencias. Más bien, su gobierno propone desarrollarse conjuntamente con los demás países. Esto se refleja en los discursos que el presidente Xi Jinping realiza constantemente y que resumo así: “China propone al mundo crear un modelo de desarrollo del bienestar compartido para todas las sociedades”.
