La propaganda de guerra de Israel en las redes sociales

2_Netanyahu_timesofIsrael_com-3790190940

por Thierry Meyssan

La coalición gubernamental de Benyamin Netanyahu ha tomado el control de TikTok y planea apoderarse también de la red social X. Pero la propaganda del Estado de Israel no tiene nada que ver con los intereses de los israelíes y los objetivos de esa propagan nunca se han discutido públicamente. Un pequeño grupo de personas decide cuáles son los mensajes prioritarios sin tener en cuento lo que sería realmente útil para los israelíes, por ejemplo, para luchar contra el antisemitismo. Los sionistas revisionistas son ultra minoritarios, pero han logrado apoderarse de los medios del Estado.

La propaganda israelí o hasbara (הַסְבָּרָה) no ha estado a menudo entre las funciones de los gobiernos israelíes, ha sido más bien una operación de la que se encargan ciertas asociaciones, a su vez parcialmente financiadas por los gobiernos de Israel. Esas asociaciones, con sus propias ideologías, no rinden cuentas al pueblo israelí, sino única y exclusivamente a sus patrocinadores, entre ellos los gobiernos de Tel Aviv. La autoproclamada «mayor democracia del Medio Oriente» financia de esa manera operaciones profundamente antidemocráticas, y lo hace a espaldas de sus ciudadanos.

La inestabilidad crónica que ha marcado la vida de Israel, desde su fundación, y la costumbre de designar a los directores centrales de los ministerios, no en función de sus capacidades sino según criterios puramente políticos, han afectado la eficacia del mensaje de Israel. Poderes diferentes que compiten entre sí emiten mensajes diferentes [1]. En definitiva, se ha creado una autoridad para la llamada «diplomacia pública» (la propaganda) y esa autoridad se ha hecho particularmente secreta.

Antes de la fundación de Israel, el término hasbara, designaba, para la diáspora, el hecho de explicar una posición. Pero, con el tiempo, el término hasbara se ha convertido en sinónimo de “propaganda”.

En 1974, al final de la guerra de Yom Kipur, el primer ministro Yitzhak Rabin creó un ministerio de Información y lo puso en manos del general Aharon Yariv [2]. Pero el general Yariv dimitió 7 meses después y se dedicó a la creación de un prestigioso think tank: el Centro Jaffee de estudios estratégicos. No fue hasta 2006 que se creó nuevamente un «ministerio de Asuntos Estratégicos y hasbara» (hoy denominado “ministerio de Asuntos Estratégicos y Diplomacia Pública”, este ministerio no tiene sitio web en internet y no emite ningún tipo de comunicaciones, pero adquirió celebridad en 2015 con su campaña contra «los fenómenos de deslegitimización y los boicots contra Israel», campaña que apuntaba contra el movimiento BDS «Boicot, Desinversión y Sanciones»). Ese discreto ministerio israelí ha creado su propia ארגון לא ממשלתי המאורגן על ידי הממשלה [en hebreo, “organización no gubernamental organizada por el gobierno (¡sic!)], denominada Kela Shlomo [“la honda de Salomón”] (rebautizada sucesivamente como Concert y Voices of Israel), bajo la dirección del coronel Yossi Kuperwasser, de los embajadores Dore Gold y Ron Prosor y la brigadier Sima Vaknin Gill, ex directora de la censura militar. Diferentes empresas, como Black Cube, Psy-Group y Cyber Shield, [3] han espiado a los militantes del movimiento BDS por cuenta de Kela Shlomo [4].

En los últimos años, el Institute for the Study of Global Antisemitism and Policy (ISGAP) ha recibido alrededor de 200 millones de dólares al año, cifra equivalente a las 4 quintas partes del presupuesto del ya mencionado ministerio israelí de Asuntos Estratégicos y Diplomacia Pública. El personaje que dirige ese ministerio desde 2022, Ron Dermer, fue consejero de Natan Sharansky e incluso fue el redactor de su libro The Case For Democracy: The Power of Freedom to Overcome Tyranny and Terror (“Alegato por la democracia: el poder de la libertad para vencer la tiranía y el terror”). Fue precisamente a Ron Dermer que Benyamin Netanyahu confió, a finales de 2023, un plan para reducir al mínimo la populación palestina de la franja de Gaza [5].

Natan Sharansky preside el Institute for the Study of Global Antisemitism and Policy (ISGAP). Sharansky es un sionista revisionista originario de Ucrania, discípulo de Vladimir “Zeev” Jabotinsky, igualmente originario de Ucrania. En tiempos de la URSS, Sharansky desempeñó un papel central en la lucha contra Rusia, fue la principal referencia de los straussianos encabezados por el senador Henry M. Jackson, emigró a Estados Unidos, el presidente estadounidense Ronald Reagan lo condecoró con la Medalla del Congreso y fue ministro en el gobierno del general israelí Ariel Sharon. En 2001, Sharansky creó One Jerusalem, la asociación que promueve el reconocimiento de Jerusalén como capital del ”Estado judío”… pero sólo del “Estado judío”, no del Estado palestino. Ahora, Sharansky dirige el ISGAP, desde donde supervisa prácticamente la totalidad de la hasbara.

La hasbara ha ganado muchos combates. Para el ISGAP, la última de esas victorias fue la campaña de audiencias de rectores de universidades, organizada en el Congreso de Estados Unidos, audiencias que condujeron a la dimisión de varios de esos rectores y a la adopción de sanciones contra las asociaciones de solidaridad con la causa palestina.

Pero las campañas internacionales de Israel contra el antisemitismo son sorprendentemente ineficaces. Ochenta años después de la fundación del Estado de Israel, el problema no sólo subsiste sino que incluso ha empeorado [6], mientras que el machismo, la homofobia y el racismo han retrocedido considerablemente. Ante esa realidad, uno no puede menos que preguntarse si el antisemitismo está siendo utilizado finalmente como un medio de presión de las autoridades de Israel sobre sus conciudadanos –y no está de más recordar que los sionistas revisionistas han utilizado el antisemitismo para ganar adeptos en el seno de la diáspora.

Durante su última visita en Estados Unidos, Benyamin Netanyahu impartió una conferencia en el consulado general de Israel en Nueva York. Allí reveló que Israel aspira a controlar la población de menos de 35 años a través de las redes sociales [7].

Según el medio israelí YNetGlobal, Israel ya inició su “Proyecto 545”, una campaña para hacerse del control de las principales redes sociales y utilizarlas para influir en la población de menos de 25 años [8]. Esa operación está en manos de Havas Media Network, propiedad de Yannick Bolloré, hijo del multimillonario francés Vincent Bolloré y esposo de Chloé Bouygues. Esta última ha puesto en manos de Clock Tower X LLC un contrato de 6 millones de dólares para «prestar servicios de comunicación estratégica, de planificación y de medios en apoyo al compromiso de Havas con el Estado de Israel de desarrollar y ejecutar una campaña nacional en Estados Unidos para luchar contra el antisemitismo». Clock Tower es una firma creada por Brad Parscale, quien fue miembro del equipo que organizó la campaña presidencial de Donald Trump.

Según un sondeo en Estados Unidos realizado para Israel, un 47% de la población estadounidense piensa que Israel está perpetrando un genocidio.

La idea básica del gobierno de Israel es influir en las respuestas de los sistemas de inteligencia artificial mediante la creación en las redes sociales de cuentas que proporcionarán el “pasto” del que se alimentan ChatGPT y los diferentes sistemas de inteligencia artificial que hoy compiten entre sí en internet.

Esta operación se denomina “Proyecto 545” y su financiamiento es precisamente de 545 millones de shekels –o sea, 145 millones de dólares–, sólo para el año 2025. Esta operación puso fin al contrato que Israel había concluido antes con SKDKnickerbocker, firma vinculada al Partido Demócrata estadounidense.

Según Responsible Statecraft, la red de influencers que Benyamin Netanyahu mencionó en el consulado general de Israel en Nueva York fue creada por la firma Bridges Partners, propiedad de Yair Levi y Uri Steinberg. La campaña, denominada “Esther Project”, ya ha costado 900 000 dólares, dispone de un grupo de 14 a 18 influencers y el ministerio de Exteriores de Israel corre con todos los gastos.

Tres de los influencers han sido identificados. Son:
 Lizzy Savetsky, ferviente defensora de Israel en internet desde el inicio de las operaciones israelíes contra la población de Gaza;
 el hombre de negocios Ari Ackerman, nieto del magnate israelo-estadounidense Meshulam Riklis;
 y el creador numérico Zach Sage Fox.

Uno de los dueños de Bridges Partners, Uri Steinberg, es un ex funcionario del ministerio de Turismo de Israel y trabaja en el Institute for the Study of Global Antisemitism and Policy (ISGAP) de Natan Sharansky.

Un documento fiscal permite evaluar los gastos generales de Bridge Partners [9].

La periodista estadounidense Candace Owens –quien se hizo eco de las revelaciones sobre la verdadera identidad de la esposa del presidente francés Emmanuel Macron– ha publicado capturas de pantalla que demuestran que al recientemente asesinado Charlie Kirk le habían cortado el financiamiento. Charlie Kirk se había pronunciado contra las masacres perpetradas contra la población de Gaza y había recibido amenazas sólo 2 días antes de ser asesinado [10].

En el consulado general de Israel en Nueva York, Benyamin Netanyahu declaró: «La compra más importante que se está haciendo es (…) TikTok. Número uno. Y tengo la esperanza de que se haga porque puede ser importante. ¿Y la otra? X. Tenemos que hablar de eso con Elon [Musk] No es un enemigo. Es un amigo. Tendríamos que hablar con él. Ahora, si podemos lograr esas dos cosas, obtendremos mucho. Tenemos que dar la pelea, impartir directivas al pueblo judío e impartir directivas a nuestros amigos no judíos.»

La multimillonaria Safra Catz se convirtió en vicepresidente ejecutiva de Oracle, la empresa de Larry Ellison, al comprar un 45% de la red social TikTok, el 25 de septiembre. Y declaró entonces: «Tenemos que integrar el amor y el respeto hacia Israel en la cultura estadounidense.» Oracle conservará en los servidores de su “nube” informática los datos de los usuarios estadounidenses de TikTok.

Al mismo tiempo, el ministerio de Exteriores de Israel acaba de crear la empresa Show Faith by Work, registrándola en Estados Unidos como “agente de influencia extranjero” [11]. Su objetivo es ahora divulgar la versión oficial de Israel sobre el ataque del 7 de octubre y mensajes contra la existencia de un Estado palestino destinados a los cristianos sionistas estadounidenses. Habrá 3,2 millones de dólares de presupuesto, lo cual incluye el alquiler de un equipo móvil para la proyección de películas de propaganda en los encuentros de las congregaciones cristianas.

Thierry Meyssan

Red Voltaire

DeutschελληνικάfrançaisitalianoNederlandsрусский

Natan Sharansky

La propaganda israelí o hasbara (הַסְבָּרָה) no ha estado a menudo entre las funciones de los gobiernos israelíes, ha sido más bien una operación de la que se encargan ciertas asociaciones, a su vez parcialmente financiadas por los gobiernos de Israel. Esas asociaciones, con sus propias ideologías, no rinden cuentas al pueblo israelí, sino única y exclusivamente a sus patrocinadores, entre ellos los gobiernos de Tel Aviv. La autoproclamada «mayor democracia del Medio Oriente» financia de esa manera operaciones profundamente antidemocráticas, y lo hace a espaldas de sus ciudadanos.

La inestabilidad crónica que ha marcado la vida de Israel, desde su fundación, y la costumbre de designar a los directores centrales de los ministerios, no en función de sus capacidades sino según criterios puramente políticos, han afectado la eficacia del mensaje de Israel. Poderes diferentes que compiten entre sí emiten mensajes diferentes [1]. En definitiva, se ha creado una autoridad para la llamada «diplomacia pública» (la propaganda) y esa autoridad se ha hecho particularmente secreta.

Antes de la fundación de Israel, el término hasbara, designaba, para la diáspora, el hecho de explicar una posición. Pero, con el tiempo, el término hasbara se ha convertido en sinónimo de “propaganda”.

En 1974, al final de la guerra de Yom Kipur, el primer ministro Yitzhak Rabin creó un ministerio de Información y lo puso en manos del general Aharon Yariv [2]. Pero el general Yariv dimitió 7 meses después y se dedicó a la creación de un prestigioso think tank: el Centro Jaffee de estudios estratégicos. No fue hasta 2006 que se creó nuevamente un «ministerio de Asuntos Estratégicos y hasbara» (hoy denominado “ministerio de Asuntos Estratégicos y Diplomacia Pública”, este ministerio no tiene sitio web en internet y no emite ningún tipo de comunicaciones, pero adquirió celebridad en 2015 con su campaña contra «los fenómenos de deslegitimización y los boicots contra Israel», campaña que apuntaba contra el movimiento BDS «Boicot, Desinversión y Sanciones»). Ese discreto ministerio israelí ha creado su propia ארגון לא ממשלתי המאורגן על ידי הממשלה [en hebreo, “organización no gubernamental organizada por el gobierno (¡sic!)], denominada Kela Shlomo [“la honda de Salomón”] (rebautizada sucesivamente como Concert y Voices of Israel), bajo la dirección del coronel Yossi Kuperwasser, de los embajadores Dore Gold y Ron Prosor y la brigadier Sima Vaknin Gill, ex directora de la censura militar. Diferentes empresas, como Black Cube, Psy-Group y Cyber Shield, [3] han espiado a los militantes del movimiento BDS por cuenta de Kela Shlomo [4].

En los últimos años, el Institute for the Study of Global Antisemitism and Policy (ISGAP) ha recibido alrededor de 200 millones de dólares al año, cifra equivalente a las 4 quintas partes del presupuesto del ya mencionado ministerio israelí de Asuntos Estratégicos y Diplomacia Pública. El personaje que dirige ese ministerio desde 2022, Ron Dermer, fue consejero de Natan Sharansky e incluso fue el redactor de su libro The Case For Democracy: The Power of Freedom to Overcome Tyranny and Terror (“Alegato por la democracia: el poder de la libertad para vencer la tiranía y el terror”). Fue precisamente a Ron Dermer que Benyamin Netanyahu confió, a finales de 2023, un plan para reducir al mínimo la populación palestina de la franja de Gaza [5].

Natan Sharansky preside el Institute for the Study of Global Antisemitism and Policy (ISGAP). Sharansky es un sionista revisionista originario de Ucrania, discípulo de Vladimir “Zeev” Jabotinsky, igualmente originario de Ucrania. En tiempos de la URSS, Sharansky desempeñó un papel central en la lucha contra Rusia, fue la principal referencia de los straussianos encabezados por el senador Henry M. Jackson, emigró a Estados Unidos, el presidente estadounidense Ronald Reagan lo condecoró con la Medalla del Congreso y fue ministro en el gobierno del general israelí Ariel Sharon. En 2001, Sharansky creó One Jerusalem, la asociación que promueve el reconocimiento de Jerusalén como capital del ”Estado judío”… pero sólo del “Estado judío”, no del Estado palestino. Ahora, Sharansky dirige el ISGAP, desde donde supervisa prácticamente la totalidad de la hasbara.

La hasbara ha ganado muchos combates. Para el ISGAP, la última de esas victorias fue la campaña de audiencias de rectores de universidades, organizada en el Congreso de Estados Unidos, audiencias que condujeron a la dimisión de varios de esos rectores y a la adopción de sanciones contra las asociaciones de solidaridad con la causa palestina.

Pero las campañas internacionales de Israel contra el antisemitismo son sorprendentemente ineficaces. Ochenta años después de la fundación del Estado de Israel, el problema no sólo subsiste sino que incluso ha empeorado [6], mientras que el machismo, la homofobia y el racismo han retrocedido considerablemente. Ante esa realidad, uno no puede menos que preguntarse si el antisemitismo está siendo utilizado finalmente como un medio de presión de las autoridades de Israel sobre sus conciudadanos –y no está de más recordar que los sionistas revisionistas han utilizado el antisemitismo para ganar adeptos en el seno de la diáspora.

Durante su última visita en Estados Unidos, Benyamin Netanyahu impartió una conferencia en el consulado general de Israel en Nueva York. Allí reveló que Israel aspira a controlar la población de menos de 35 años a través de las redes sociales [7].

Según el medio israelí YNetGlobal, Israel ya inició su “Proyecto 545”, una campaña para hacerse del control de las principales redes sociales y utilizarlas para influir en la población de menos de 25 años [8]. Esa operación está en manos de Havas Media Network, propiedad de Yannick Bolloré, hijo del multimillonario francés Vincent Bolloré y esposo de Chloé Bouygues. Esta última ha puesto en manos de Clock Tower X LLC un contrato de 6 millones de dólares para «prestar servicios de comunicación estratégica, de planificación y de medios en apoyo al compromiso de Havas con el Estado de Israel de desarrollar y ejecutar una campaña nacional en Estados Unidos para luchar contra el antisemitismo». Clock Tower es una firma creada por Brad Parscale, quien fue miembro del equipo que organizó la campaña presidencial de Donald Trump.

Según un sondeo en Estados Unidos realizado para Israel, un 47% de la población estadounidense piensa que Israel está perpetrando un genocidio.

La idea básica del gobierno de Israel es influir en las respuestas de los sistemas de inteligencia artificial mediante la creación en las redes sociales de cuentas que proporcionarán el “pasto” del que se alimentan ChatGPT y los diferentes sistemas de inteligencia artificial que hoy compiten entre sí en internet.

Esta operación se denomina “Proyecto 545” y su financiamiento es precisamente de 545 millones de shekels –o sea, 145 millones de dólares–, sólo para el año 2025. Esta operación puso fin al contrato que Israel había concluido antes con SKDKnickerbocker, firma vinculada al Partido Demócrata estadounidense.

Según Responsible Statecraft, la red de influencers que Benyamin Netanyahu mencionó en el consulado general de Israel en Nueva York fue creada por la firma Bridges Partners, propiedad de Yair Levi y Uri Steinberg. La campaña, denominada “Esther Project”, ya ha costado 900 000 dólares, dispone de un grupo de 14 a 18 influencers y el ministerio de Exteriores de Israel corre con todos los gastos.

Tres de los influencers han sido identificados. Son:
 Lizzy Savetsky, ferviente defensora de Israel en internet desde el inicio de las operaciones israelíes contra la población de Gaza;
 el hombre de negocios Ari Ackerman, nieto del magnate israelo-estadounidense Meshulam Riklis;
 y el creador numérico Zach Sage Fox.

Uno de los dueños de Bridges Partners, Uri Steinberg, es un ex funcionario del ministerio de Turismo de Israel y trabaja en el Institute for the Study of Global Antisemitism and Policy (ISGAP) de Natan Sharansky.

Un documento fiscal permite evaluar los gastos generales de Bridge Partners [9].

La periodista estadounidense Candace Owens –quien se hizo eco de las revelaciones sobre la verdadera identidad de la esposa del presidente francés Emmanuel Macron– ha publicado capturas de pantalla que demuestran que al recientemente asesinado Charlie Kirk le habían cortado el financiamiento. Charlie Kirk se había pronunciado contra las masacres perpetradas contra la población de Gaza y había recibido amenazas sólo 2 días antes de ser asesinado [10].

En el consulado general de Israel en Nueva York, Benyamin Netanyahu declaró: «La compra más importante que se está haciendo es (…) TikTok. Número uno. Y tengo la esperanza de que se haga porque puede ser importante. ¿Y la otra? X. Tenemos que hablar de eso con Elon [Musk] No es un enemigo. Es un amigo. Tendríamos que hablar con él. Ahora, si podemos lograr esas dos cosas, obtendremos mucho. Tenemos que dar la pelea, impartir directivas al pueblo judío e impartir directivas a nuestros amigos no judíos.»

La multimillonaria Safra Catz se convirtió en vicepresidente ejecutiva de Oracle, la empresa de Larry Ellison, al comprar un 45% de la red social TikTok, el 25 de septiembre. Y declaró entonces: «Tenemos que integrar el amor y el respeto hacia Israel en la cultura estadounidense.» Oracle conservará en los servidores de su “nube” informática los datos de los usuarios estadounidenses de TikTok.

Al mismo tiempo, el ministerio de Exteriores de Israel acaba de crear la empresa Show Faith by Work, registrándola en Estados Unidos como “agente de influencia extranjero” [11]. Su objetivo es ahora divulgar la versión oficial de Israel sobre el ataque del 7 de octubre y mensajes contra la existencia de un Estado palestino destinados a los cristianos sionistas estadounidenses. Habrá 3,2 millones de dólares de presupuesto, lo cual incluye el alquiler de un equipo móvil para la proyección de películas de propaganda en los encuentros de las congregaciones cristianas.

Thierry Meyssan

Manténgase en contacto

Síganos en las redes sociales

Subscribe to weekly newsletter

[1] “Public diplomacy in army boots: the chronic failure of Israel’s Hasbara”, Gal Hadari y Asaf Turgeman, Hasbara, Israel Affairs, 24:3, 482-499, 2018, DOI: 10.1080/13537121.2018.1455374.

[2Israel’s Public Diplomacy. The Problems of Hasbara, 1966–1975, Jonathan Cumming, Rowman & Littelfield, 2016.

[3] “Spying on Linda Sarsour: Israeli Firm Compiled BDS Dossier for Adelson-funded U.S. Group Battling Her Campus Appearances”, Uri Blau, Haaretz, 28 de mayo de 2018.

[4] “BDS is a dirty business. Those who battle it on Israel’s behalf must stay clean”, David Horovitz, The Times of Israel, 17 de junio de 2018.

[5] “Netanyahu’s Goal for Gaza: ‘Thin’ Population ‘to a Minimum’”, Ryan Grim, The Intercept, 3 de diciembre de 2023.

[6Acting Propaganda: Viewpoints from Israel, Ron Schleifer y Jessica Snapper, Sussex Academic Press, 2015.

[7@MiddleEastEye, X, 27 de septiembre de 2025

[8] “Report: Israel to spend over half a billion shekels turning ChatGPT into public diplomacy tool”, Daniel Edelson y Raphael Kahan, YNetGlobal, 6 de octubre de 2025.

[9] “NSD/FARA Registration Unit”, 26 de septiembre de 2025.

[10] “Turning Point USA responds: Yes, The Text Messages Are Real” Candace Owens Ep 249, YouTube, 7 de octubre de 2025.

[11] “Israel wants to hire Chris Pratt and Steph Curr”, Nick Cleveland-Stout, Responsible Statecraft, 7 de octubre de 2025.

Facebook comentarios