20 de agosto adquirido

Zurdo

Miguel Ángel Sandoval

Uno de los principales temas de discusión en este proceso desencadenado luego del 25J, ha sido la idea de que la segunda vuelta podría no tener lugar, o que antes de esa fecha, uno de los partidos competidores, sería cancelado y ello daría lugar a un candidato oficialista que durante estos días ha estado agazapado y con ello se estaría produciendo un golpe de estado técnico.  Nada de eso señores, el 20 de agosto va, porque ya se vencieron todos los pretextos y no hay nadie que quiera romper de manera sería el orden constitucional de este país.

De igual manera, a quienes sueñan con gobiernos autoritarios o corruptos e impunes, la sola idea de ver a la sociedad movilizada en las calles y plazas del país, les pone un freno claro, los pelos de punta y les ocasiona calambres; y ello, aun si las movilizaciones de estos días no alcanzan lo que vimos en el 2015, en otra coyuntura y con otros contenidos y objetivos.

Es cierto que han amenazado, es cierto que hay llevado contra las cuerdas al TSE, o al partido Semilla, pero de eso a romper el orden constitucional hay un largo trecho. También es cierto que hay ilegalidades, órdenes judiciales espurias, y todo el arsenal de shuquedades que los abogaster del sistema utilizan en cada ocasión que sienten que sus intereses pueden ser afectados. Nade de eso tiene, en la actualidad, la capacidad de vencer en las urnas la urgencia de salir de la clase política corrupta y que nos tiene como estamos.

Mientras, por el otro lado, hay varias campañas mediáticas que han buscado introducir el temor en los votantes, con la idea que en estas condiciones los votantes tendrían que elegir entre una exguerrillera y un comunista, o que, con cada voto, el que lo haga podría cambiar de sexo como resultado de la agenda 2030, y finalmente por la posibilidad de un cambio constitucional ya que ello tendría efectos desastrosos sobre la economía.

También es cierto que la transición política que inicio en 1985 con la constituyente que nos dejó la actual constitución, y los acuerdos de paz de 1996, con sus incumplimientos y con todo lo que se les ha rasurado, siguen siendo un norte para la sociedad guatemalteca. A pesar de todos los embates, de las falsificaciones o de su incumplimiento, ahí están y estarán, agrego.

Se puede afirmar, con toda la certeza que nos puede dar el análisis frio de lo ocurrido y las posturas de los diferentes actores, que el intento de golpe técnico ya fue derrotado. El primer dato que hace falta retener, es que el TSE se ha convertido, con todos sus fallos y vacíos, en el referente y autoridad principal, en este proceso electoral. Validó los resultados y anunció el 20 de agosto como fecha de la segunda vuelta y los dos participantes: UNE y Semilla. La CC por su parte convencida o no, ha dado su apoyo a las fechas que el TSE dio. No hay más nada que esperar. Si esto fuera poco, el presidente anunció que el 14 de enero del 2024, dejaba el cargo y todos contentos. El único clavo suelto viene del MP, pero esta acotado. No tiene la capacidad de romper el orden constitucional, aun si mantendrá una postura de acoso, hasta que se le permita.

No esta demás decir un par de cosas sobre la reacción internacional. Como se sabe, la ONU, la UE, los EEUU y sus voceros, así como expresiones ciudadanas en Londres, Buenos Aires, Canadá, y otros países, se han referido a los riesgos de la democracia en el país si continuaban los ataques al TSE o al partido Semilla. En otras palabras, el peso de las críticas y del aislamiento internacional ha dado como resultado que el gobierno y sectores empresariales, digan, de buen o mal modo, entendiendo o no, que las elecciones deben de correr el 20 de agosto en segunda vuelta. Y en estas, dos corrientes socialdemócratas, una con señalamientos y otra emergente se disputarán la dirección del gobierno. Pero no se puede negar que, a pesar de todo, son expresiones de ese conglomerado o corriente que es la socialdemocracia. Y eso es una buena noticia para nuestro país.

Facebook comentarios