USAC: expulsados y sin matrícula

Zurdo

USAC: EXPULSADOS Y SIN MATRICULA

Miguel Angel Sandoval

En los últimos días circuló la noticia que 10 alumnos de diferentes facultades de la USAC fueron expulsados de la tricentenaria y no contentos con la expulsión les fue cancelada su matrícula de estudiantes. Así, con la mano en la cintura, el no-rector designado por la vía de un escandaloso fraude electoral en la San Carlos, ahora quiere desaparecer del campus a todos los que se oponen a su desgobierno fraudulento. Es el colmo. Es algo impensable en la USAC. Es cancelar de un plumazo el derecho a la educación.

Hace ya bastantes años 10 estudiantes del Instituto Nacional Central para Varones (ahora es mixto) fueron expulsados por una dictadura militar que se inauguró con esa expulsión de estudiantes de la secundaria. Hubo otras expulsiones y otras ordenes de captura, como correspondía a una dictadura militar. Fue el gobierno de los militares encabezado por el Coronel Enrique Peralta Aturdía. Todos los ministerios fueron ocupados por militares. Dicho de otra manera, era una dictadura militar sin lugar a dudas.

Algunos de los expulsados optaron en esos años por la vía de las armas y se constituyeron con el paso del tiempo en cuadros políticos de la insurgencia. Esto que relato viene cuento pues en estos días se dice mucho de 10 estudiantes de la USAC Universidad de San Carlos de Guatemala, que sufren el mismo proceso: expulsión y matricula cancelada. Y creo que hay algunas ordenes de captura. Solo que ahora no por la vía de un golpe de estado o asonada militar y la instalación de una dictadura de militares. Ahora es por la vía de un fraude electoral y por la existencia de una dictadura de la toga, como ya es ampliamente conocido.

Quizás sea un momento adecuado para discutir sobre el asunto de la memoria histórica en nuestro país. En la expulsión de los estudiantes del central en la década de los 60, el dilema fue: con matricula cancelada, sin poder estudiar, la opción fue la de empuñar las armas. La historia es conocida y ello concluye con la firma de los acuerdos de paz en 1996. Hoy es diferente pues deberíamos honrar los acuerdos y la vía del dialogo, para evitar los procesos que dieron lugar a la guerra iniciada en los años 60.

Hoy vivimos en democracia, con sus falencias, sus pocos resultados, pero la USAC bajo la férula de Mazariegos hace todo lo contrario de lo que establece el manual de la democracia. Gobierna por fraude electoral, insiste en la impunidad del CSU, y veda el derecho a la educación libre de los estudiantes que se oponen a sus designios. De igual manera, coarta la libre expresión de pensamiento, coarta la libertad de catedra y eso no tiene nada que ver con la democracia.

Lo más grave es la denuncia de los estudiantes de grupos clandestinos que operan en la USAC para reprimir a los alumnos críticos o a los profesores contrarios a la imposición del rector. Esto es propio de una dictadura, solo que en este caso no es la dictadura de los militares, sino que es la dictadura de la toga, con el abierto y descarado respaldo de la dictadura judicial que pretende entronizarse en nuestro país. Esa es la realidad y eso es lo que nos permite dar una vuelta corta por la historia nacional, y al hacerlo, darnos cuenta que la memoria y el nunca más tienen total vigencia y lo que vemos hoy en la USAC no está lejos del pasado oprobioso que queremos no repetir.  

Parece que se están sentando las bases de una rebelión estudiantil que por los hechos que se analizan, debería de estar cocinándose poco a poco, pero de manera segura.

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