Renacer en un frente único

Zurdo

No queda la menor duda del momento difícil que vive la ex insurgencia agrupada en la URNG, que fue en sus mejores momentos la alternativa de cambio a las condiciones que imperaban en el país. Para ello fue inevitable la vía de la insurrección como se conoce. Pero eso es historia. No obstante, la agenda de cambios propuestos continúa. Es la agenda democrática de la ex insurgencia que tiene vigencia y ello no se puede ocultar, aun queriendo.

La conducción política en estos años no estuvo a la altura. Es la razón por la cual centenas de militantes y cuadros se apartaron de la miopía política de quienes heredaron un partido, que, en su nacimiento, despertó muchas simpatías y confianza en el futuro. Eso gradualmente se perdió. Ahora es el partido de la nostalgia, pero no un partido que tenga propuestas de futuro. Es marginal y tiene los defectos del sistema de seudo partidos que sobreviven en nuestro infame mundillo político.

En esas condiciones y de cara al proceso electoral de 2027, parecería que lo único honesto y decente sería que la dirigencia de ese partido y sus bases optaran por poner su registro partidario al servicio de un Frente Único, sin más pretensión de contribuir a que continúe la lucha contra la corrupción y por el rescate de las instituciones de salud, educación, infraestructura, bienestar para las mayorías. Un Frente Único que, junto con las tareas planteadas, ponga en un lugar de relevancia nacional, los contenidos de los Acuerdos de Paz que como agenda nacional continua vigente. Podría ser el arranque para poder pensar en la recomposición de las fuerzas progresistas y democráticas en nuestro país.

Entiendo que es una apuesta de futuro. Se trata de finalizar el ciclo de la Urng y renacer en un proyecto político de un Frente Único con otros actores y nueva dirigencia. Es la única manera de poder reverdecer los anhelos de cambio democrático en el país que hoy existe. No es el sueño de las viejas ideas. Es una apuesta de futuro. No hay muchas alternativas a ello. Es utilizando una figura metafórica, enterrar un partido y renacer dando paso a un Frente Único, para mantener viva la llama de los cambios que el país necesita y demanda.

Ante una propuesta de con estas características habrá resistencias fuertes, rechazo inicial, pero a ello no hay muchas opciones. Es finalizar un ciclo y dar paso a otro para el cual no se tuvo la claridad e inteligencia de construir o desarrollar. Pesó más la nostalgia, la idea de tener la razón por el sacrificio realizado durante los años de lucha en el siglo pasado. Eso es parte de la historia nacional, no el capital político de un pequeño grupo. Los tiempos son otros, cambiaron. Por ello la propuesta de desaparecer en un Frente Único. Es la mejor manera de rendir homenaje a los luchadores que por años y décadas soñaron un futuro mejor para este país.

Fraternalmente, Miguel Angel Sandoval

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