Entre abogados te veas

Zurdo

Miguel Angel Sandoval

El resultado de la elección en primera vuelta en el Colegio de Abogados de Guatemala -CANG- nos debe llevar a una reflexión.  Parece que viene una generación de abogados que finalmente expresa lo que es el hartazgo de la guizacheria nacional. Y es que, contra todo pronóstico, le dieron el viernes pasado una arrastrada a las planillas que de una forma y otra expresaban las viejas prácticas, el uso de la justicia para las corruptelas, el boicot sistemático a la convivencia democrática, o la conversión gradual pero sistemática en la dictadura judicial que conocemos.

Quizás el ejemplo que ilustra mejor uno de los rasgos de este hartazgo, es el silencio de escándalo del colegio de abogados y su junta directiva, en los días de la crisis posterior a la victoria electoral de Bernardo Arévalo. Como se recordará, hubo una especie de estadio lleno en cuanto a las declaraciones de las cortes, diversos actores nacionales y extranjeros, que dijeron lo anómalo de la judicialización del proceso electoral contra toda la legislación nacional, incluso hubo llamados públicos para que el colegio de abogados se pronunciara, pero el gremio permaneció en vergonzoso silencio, que se podría denominar como cómplice, por omisión, en el menos grave de los casos.

En este marco, y con estos antecedentes frescos, la planilla del MP, que lideró la propia encargada de Gerona, hizo esfuerzos desesperados para alcanzar el triunfo en las elecciones del CANG que, a pesar de amenazas, criminalización y cárcel, en el episodio más bochornoso se esta jornada electoral, cuando del MP, mandó a prisión a uno de los integrantes de la planilla 10 cómo forma de atemorizar a los abogados proclives a esa planilla. En otras palabras, desde el MP y jueces a su servicio, quisieron imponer a la planilla propia en detrimento de la ganadora, la número 10. Es una victoria gremial que deberá ratificarse el día del cariño y la amistad.

En esta votación, junto con la planilla 1, sufrió una derrota aplastante la encabezada por el rey del tenis, que en los últimos eventos había tenido un buen control de los abogados por la vía del ofrecimiento de puestos, ascensos, de becas en el extranjero, para maestrías o doctorados patito, departamentos de lujo, otras granjerías. Fueron años en los cuales oímos por todas partes, que el rey del tenis era en efecto, el rey de los abogados y güizaches,

Y si eso fuera poco, la planilla del magistrado Nester que venía de tener buenos resultados en la elección de las cortes, supo que su buena suerte en el medio había terminado. Hoy el magistrado tiene que entender que su periodo con el control de la CSJ debe contribuir a la defensa de la democracia, antes que ser un escudero del pacto de corruptos.

Merece una mención especial un hecho que no puede quedarse sin análisis: es el caos vial del viernes último, el día de las votaciones en primera vuelta. ¡Y todo debido a que hay voces que de manera grotesca pretenden adjudicar el caos a los abogados! Y dejan de lado, como me decía un agudo conocedor de la realidad política del país, que en ese caos el autor intelectual, más allá del caos cotidiano, fue Tumuni que, de forma obvia, saco a los PMT de circulación para tratar de impedir que los abogados del área metropolitana, tuvieran acceso a las urnas de forma normal. El caos artificial en esta ocasión, tiene nombre y apellido: Tumuni.

Por estas razones iniciales, es que se puede pensar que el triunfo, inobjetable de la planilla 10 es resultado del hartazgo de una nueva generación de abogados.

Pero hay una reflexión mayor que se impone. Para el MP ahora sí, dio inicio la cuenta regresiva, con el agravante que es   en medio de una severa derrota política expresada en las urnas del gremio de los abogados; después de la dosis de realidad que le diera la visita a nuestro piais del canciller Marco Rubio. En otras palabras, el resultado de la votación en el CANG ya es parte del relevo anunciado, que puede ocurrir en los tiempos legales o antes si ocurren otras circunstancias.

A estas alturas no quedan muchas dudas de que una nueva generación de abogados está en franca rebeldía contra la manipulación de la justicia con propósitos de lawfare, o guerra judicial, que traducida al lenguaje cotidiano en nuestro país, es la criminalización de la protesta social y de la simple exigencia de justicia y respeto por el orden constitucional, que incluso ha llegado a la criminalización de jueces y abogados por hacer bien su trabajo, que han dado como resultado, que la justicia sea solo para los de arriba, mientras que para los de abajo no hay nada o mejor dicho,  lo que queda es la represión en sus más variadas expresiones.

Por este conjunto de elementos, que en verdad son solo los que se observan en la superficie, es que el resultado obtenido por la planilla 10, encabezada por la jueza Patricia Gámez, tiene un valor simbólico de primer orden: el país y muchos de sus profesionales se encuentran hartos de tanta manipulación y de tanta ignominia. Y que es tiempo de pasar la pagina de la vulgaridad judicial para poder emprender un serio cambio de rumbo en la impartición de justicia en nuestro país y de respeto de las leyes y normas que nos hemos dado, dejando de lado el gansterismo pseudo legal con el que hemos funcionado. Son tiempos de cambio.

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