En el nacimiento de Otto René Castillo
 
                Marco Fonseca
La poesía de Otto René Castillo, nacido el 26 de abril de 1936 y ejecutado junto a otros compañeros el 17 de marzo de 1967 durante el terrorismo de Estado en Guatemala, mantiene hoy más que nunca una profunda relevancia en la lucha contra la guerra jurídica y las formas contemporáneas de autoritarismo en el país. Su obra, marcada por un compromiso ético-político explícito, representa un vigoroso llamado a resistir, a denunciar y a soñar con una sociedad diferente, justa y democrática. En tiempos en los que las instituciones judiciales son instrumentalizadas como armas políticas contra activistas, defensores de derechos humanos y operadores de justicia independientes, los versos de Castillo ofrecen no solo consuelo moral sino también una potente arma simbólica contra la resignación y el miedo.
Desde esta perspectiva, resignificar la poesía de Castillo implica interpretarla no únicamente como memoria histórica o como testimonio del pasado revolucionario, sino como un acto presente de insurgencia simbólica, cultural y política. Sus poemas, particularmente “Vamos patria a caminar,” contienen una fuerza performativa y un poder simbólico capaz de romper con imaginarios políticos limitados, cautivos aún de visiones tímidas o exclusivamente institucionalistas del cambio social. Frente al horizonte cerrado por el miedo jurídico o la parálisis política, Castillo inspira a imaginar otra justicia y otra Guatemala posible: una justicia arraigada en los pueblos, una Guatemala democrática desde abajo, capaz de enfrentar valientemente al autoritarismo, la impunidad y la cooptación institucional.
Por ello, hoy, releer y rearticular su poesía implica convocar nuevas subjetividades políticas en Guatemala. La palabra de Castillo puede alentar una refundación social y política desde la base, una ruptura real con la dominación jurídica y mediática ejercida por las élites conservadoras, y un retorno vital a las ideas de dignidad, compromiso colectivo y democracia radical como principios fundamentales para transformar el país.
Fue tomado del blog #RefundaciónYa
 

 
                     
                       
                       
                       
                      