Los chinos, esos expertos comerciantes

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Mynor Martínez

Una de las mayores revoluciones que ha experimentado la humanidad es la globalización comercial, en casi todo el mundo se mueve mercadería de diversos países, por muy lejanos que estos puedan estar. La tecnología y las vías de comunicación han jugado un papel importante en el desarrollo de los negocios.

Desde inicios del siglo XXI a China se le ha conocido como la Fábrica del Mundo, hoy en día constituye casi la tercera parte comercio mundial, lo que le ha ganado un lugar preponderante, como la economía emergente más activa del planeta.

Sin embargo, ese papel comercial no es nuevo, su trayectoria comienza con La Ruta de la Seda, que fue una red comercial de la antigüedad, establecida oficialmente durante la dinastía Han de China en 130 a.C., la que comunicaba las diferentes regiones de la antigüedad mediante el comercio y que se mantuvo por más de mil años (entre 130 a.C. y 1453 d.C.).

Esta red comercial no era una sola ruta que iba de este a oeste, como se hace creer, por lo cual los historiadores ahora prefieren considerarlo como “Las rutas de la Seda», aunque el nombre más usado es el término en singular.

Comercio digital al estilo chino

En mi paso por China por varios meses, he tenido que aprender muchs cosas, a veces desde las más básicas. Entre las cuales destaca es el uso los de la tecnología en el comercio electrónico que se utiliza en este país, que está mucho más adelantado que en nuestro lado del planeta.

Debido a las restricciones que hay en el uso de las redes sociales occidentales, el Gigante Asiático ha tenido que crear su propio ecosistema digital, con algunos avances importantes adaptados al tema del comercio local y para ello dos gigantes empresas juegan un papel predominante, Tencent con WeChat y Alibaba con AliPay.

Es ahí donde comienza todo y a continuación detallo todo lo que he aprendido utilizando esta tecnología para vivir en China:

Primero, todo se puede pagar a través de un código QR y por ende todo comercio desde los más pequeños hasta los más grandes tienen su cartelito donde uno coloca el teléfono para que a través del escaner se pueda trasladar el dinero.

Segundo, el transporte se paga de igual forma, pero lo curioso es cómo han adaptado su sistema de geolocalización para todo tipo de servicios, desde bicicletas, servicios de vehículos ya sean conducidos por humanos o autónomos, el servicio de buses, el metro en cada ciudad y la estrella de todos los medios, el tren bala.

Para todo ello entran en juegos más aplicaciones, por ejemplo, AMAP que constituye su sistema de geolocalización, que se utiliza cuando uno va en bicicleta y quiere seguir una ruta, la cual está conectada al sistema de pagos antes descritos, o bien, los diversos sistemas de taxis, Didi (Uber chino) y otros que brinden los servicios de traslado de personas.

Tercero, quizá uno de los más impresionantes servicios es el de mensajería. Aquí ya se interconectan varias empresas de ventas como Taobao, JD , entre muchas otras que ofrecen venta de productos diversos los cuales son llevados a domicilio de forma rápida y efectiva. Hasta aquí todo es normal, pero es al experimentar la forma de compra y recibimiento en casilleros inteligentes o a través de envíos por drones donde la cosa cambia.

Además, los servicios de redes sociales no son tan cerradas y permiten que cualquier persona utilice sus servicios para promover sus productos con transmisiones en vivo, a veces desde lugares tan remotos que permite que fluyan los negocios sin restricciones. A eso se suma la velocidad de envío y logística que está al servicio de toda la población, lo que permite vender desde productoa agrícolas hasta alta tecnología.

Vean mi video sobre: Proceso para pedir tu producto

¿Por qué China ha tomado la delantera en el tema del uso de las tecnologías de la información para el comercio?. Al respecto tengo varias conclusiones.

Primero, su volumen de población les permite tener un sistema homogéneo, lo que les permite desarrollar sistemas con mayor velocidad. En América somos decenas de países, cada uno con diversas condiciones, con distintas monedas e incluso distintos idioma, lo que dificulta el uso de aplicaciones, por ejemplo, las restricciones por zonas o el uso limitado de servicios como PayPal, entre otros.

Segundo, en este país las empresas y gobierno trabajan de la mano para el desarrollo de nuevas tecnologías. Los primeros son los desarrolladores de los sistemas y la innovación, y los segundos, los que socializan y facilitan el contexto para su aplicación. De esa forma, cualquier novedad es introducida con mayor facilidad a un mercado inmenso, lo que también reduce sus costos.

Tercero, el objetivo principal es el beneficio de la población, más que el beneficio de las empresas que producen la tecnología. Sólo con este cambio de paradigma se establece que cualquier bien tecnológico debe facilitar el trabajo de las personas y ahorrar tiempo y dinero. En nuestros medios son los beneficios de las empresas las que predominan y eso hace que el costo por el uso tecnológico sea un peso en la economía de las personas.

Por ejemplo, para que una persona pueda comerciar, tanto Facebook como Google ponen cantidad de restricciones, eliminan cuentas, amenazan a generadores de contenido o simplemente reducen los beneficios sin avisos previos. Todo ello hace que el sistema de occidente se vea obsoleto en comparación al sistema de comercio digital de China.

@mynor.m0

El comercio electrónico en China es una locura, todo el proceso es rápido y confiable. Incluso si no te satisface tu compra puedes devolverla y te reembolsan tu dinero. Veamos cómo hacer el pedido. #bitacora360

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