Fútbol y subdesarrollo

Zurdo

Miguel Angel Sandoval

No escribo esta columna con placer, ni regocijo. Lo hago apesadumbrado pues creo que la sociedad guatemalteca no merece tanto escarnio.  En efecto, vimos en los últimos días una suerte de escalada y ofensiva de propaganda de los patrocinadores para el partido Guatemala contra Panamá. Los medios de comunicación fueron saturados con la idea de que esto era la hora decisiva, el momento culmen, cualquier cosa. Pero, sobre todo, la ofensiva de los patrocinadores. El grito absurdo de “que estas tomando” entre otros saturaron el ambiente.

Luego vimos algo realmente grotesco. Bandas de “aficionados” llegaron hasta el hotel de los panameños en actitud violenta, descontrolada. Y ello dio lugar a que desde los respectivos gobiernos se cruzaran declaraciones tanto del presidente de Panamá agredido, como del guatemalteco, contemporizador. ¿Había necesidad de esto? Creo firmemente que no. A los medios de comunicación se les paso la mano. ¿Acaso no es ridículo hacer mensajes con el himno nacional? ¿el himno para promover cerveza? ¡A donde hemos llegado!

Es cierto que, ante las diversas formas de la crisis nacional, los momentos de relax hacen falta. Es cierto además que no hay mucho se espacios de desfogue. Las actividades de esparcimiento se ven reducidas a un futbol precario, y luego un vacío de estimulantes culturales. Eso es lo que está en el fondo de esta expresión de subdesarrollo. El futbol no es fuente de identidad nacional, no es Lafuente de la cultura, no es tampoco el paliativo de la crisis de valores que padecemos. Por lo que se observa, si es la expresión de todo lo cuestionable que vivimos.

El colmo es que, en el congreso de la república, un grupo de diputados piden que se retuerza la ley para poder inscribir a un jugador “de urgencia nacional” y luego un ridículo candidato se aproxima a dar pizzas a los que hacen cola para un boleto.  Vimos a “aficionados” disparar sus armas luego de un gol de su equipo. Escuchamos anuncios de cerveza y cerveza en eventos deportivos. Sabemos de equipos que son lavandería del rimen organizado. Sabemos de comentaristas de fut que son verdaderos monstruos, groseros, violentos. Eso no es el deporte, menos el futbol devenido empresa.

Es el futbol convertido en negocio antes que un evento deportivo. Cuando cuesta fulano, cuanto vale mengano. Técnicos de los equipos que ganan más que un presidente, sin otros estímulos fuera del dinero. Y con esos valores no es posible que se haga deporte en serio o que nos permita salir del subdesarrollo cultural. No me alegra el resultado y la eliminación de la selección de jugadores que no son formados en Guatemala, sino que son migrantes, expulsados del país, chicos sin identidad, salvo una camiseta que se usa como un escalón para poder jugar en el futbol profesional, al tener precio de seleccionado de un país. Eso señores, no es deporte nacional.

Pero ahora, escucharemos a los comentaristas, tratar de pintar de azul el resultado y eso, pues finalmente el fut es el fut donde se gana y se pierde. Ojo, pero sin los despropósitos de hacer de un juego más, el motivo para ir al estadio “encendidos en patrio ardimiento”, encima, una buena parte de aficionados, plenos de cerveza y ya sabemos lo que eso significa. Eso es subdesarrollo, pinto y parado. A la tortrix pues.

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