La política de Arévalo con respecto al genocidio palestino

Genocidio-Palestina

Por Leonardo Ixim

La política del gobierno actual de Guatemala hacia el genocidio del Estado israelí hacia el pueblo de Palestina y la masacre hacia la población de la Franja de Gaza muestra una ambivalencia que solo conduce a la complicidad.

Después de los incidentes del 7 de octubre de 2023, en que unidades del Movimiento de Resistencia Islámica (HAMAS en su siglas en árabe) entraran en territorio ocupado por Israel  y asesinaran y secuestraran algunos aun cautivos, a civiles y militares, el gobierno del ultraconservador primer ministro Benjamín Nethanyahu desató la ofensiva militar más cruenta sobre Gaza,  llevando casi 70 mil muertos, buena parte niños y mujeres, una cantidad inmensa de heridos y 900 mil desplazados en un territorio de apenas 365 kilómetros cuadrados; aduciendo la liberación de los secuestrados y la destrucción de HAMAS.

Pero el verdadero objeto es destruir aplicando un verdadero genocidio -el desaparecimiento total o parcial de un pueblo- mostrado en las declaraciones de gabinete ministerial del partido conservador Likud de Nethanyahu, en alianza con partidos sionistas religiosos y laicos de extrema derecha y mostrada en los indiscriminados bombardeos hacia la población gazatí y la constante represión a la población de Cisjordania.

Guatemala fue uno de los primeros países en reconocer el Estado de Israel en 1948, como otros países del mundo, bajo la falsa idea de establecer un territorio para el “pueblo judío” sin tomar en cuenta que este territorio estaba ocupado por población árabe palestina. En la creación de Israel con la venia de las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial, en el Protectorado Británico ocupado por Reino Unido tras el desmembramiento del Imperio Otomano al finalizar la Primera Guerra Mundial, se planteaba la creación de dos Estados, en los hechos Israel y los colonos judíos fueron ocupando más y más espacios; en la guerra árabe-israelí de 1967 ocuparon Gaza a Egipto, Cisjordania a Jordania y Los Altos de Golán a Siria.

Por su parte, Guatemala reconoció al Estado Palestino en 2013 durante el gobierno de Otto Pérez Molina y recientemente en el gobierno de Arévalo votó el 10 de mayo de 2024 en la Asamblea General de Naciones Unidas la participación de Palestina como Estado pleno derecho en el marco de la ONU. El problema de los dos Estados es que es un callejón sin salida al derecho de autodeterminación al pueblo palestino.

El Estado de Israel actúa como enclave colonial desde su fundación contra el pueblo palestino y como correa de trasmisión de los intereses de Washington en la región, aunque existen otros países árabes que también actúan así. La idea de los dos Estados, aunque es una resolución de la ONU desde 1947, tras los Acuerdos de Paz de Oslo de 1993, que fue nada más que una trampa para desmovilizar a las masas palestinas en la primera intifada, acuerdo el gobierno del laborista Shimon Perez y Yasser Arafat como el principal líder de la Organización de Liberación de Palestina (OLP), Israel reconoció un autogobierno denominado Autoridad Nacional Palestina (ANP) con capital en Ramala, pero el trasfondo era que las masas palestinas, la población árabe-israelí y algunos grupos israelís cuestionaban la idea misma de un Estado judío propagado por el sionismo.

En Oslo se reconoció un gobierno palestino que administrara Gaza y Cisjordania pero la política exterior, la defensa y los ingresos fiscales seguían dependiendo de Israel. Pero pese a eso no todos los territorios palestinos iban a ser administrados por la ANP, Israel quedó con el control militar de varias ciudades. Paralelamente aumentó el proceso de colonización y expulsión de palestinos de varias localidades de Cisjordania. Por otro lado, nunca se resolvió el tema del retorno de la diáspora que se contemplaba en los Acuerdos de Oslo. Además, con la llegada de los gobiernos ultraconservadores en Israel movieron la capital de Tel Aviv a Jerusalén, ocupando el sector este en manos de Palestina.

Así, la ANP es vista como un instrumento sionista que además hace el trabajo sucio de Israel al perseguir y reprimir la resistencia palestina y la autoorganización de las masas. HAMAS, por su parte, emergió como la única fuerza seria contra la ocupación, aunque la ideología islamista no convence a toda la población palestina, esta organización planteaba una palestina única pero islámica, aunque ha asumido cada vez más una postura ambivalente con respecto a los dos Estados. Desde 2006 gobierna Gaza con apoyo en la población gazatí aunque no sin críticas por acciones autoritarias y con cuestionamientos hacia el balance de los dos casi dos años de operaciones militares israelíes sobre la población civil.

En conclusión, el Estado de Israel, los grupos dominantes y el establecimiento, nunca quisieron cumplir esos acuerdos, el apoyo a los grupos de colonos que siguen fragmentando Cisjordania, volviendo un infierno el vivir allí y la masacre contra Gaza, son muestras evidentes que hacen imposible dos Estados.

La relación de Guatemala con Israel

Desde el voto de Guatemala por la creación del Estado de Israel, la presencia sionista siempre fue fuerte; tras el embargo al ejército guatemalteco por violaciones de derechos humanos de Estados Unidos en el gobierno de Carter, quien sustituyó con armas y entrenamiento fue Israel, siempre con la venia indirecta gringa, siendo cómplice del genocidio al pueblo de Guatemala con especial objetivo los pueblos mayas, en el marco de la guerra interna.

Además, existe presencia del ejército israelí en una empresa del ejército guatemalteco que fabrica armas de origen de ese país. También una gran cantidad de empresas de seguridad, un verdadero negocio para ex oficiales militares retirados de ambos países, al igual que empresas constructoras de carreteras que han defraudado al Estado con contratos incumplidos.

Por otro lado, está la influencia en la subjetividad religiosa por medio de una gran cantidad de sectas evangélicas que asumen la defensa del llamado pueblo de Israel, en que en su ideología apocalíptica consideran que la defensa de éste es un paso para la llegada del juicio final. Desgraciadamente estas locuras impactan en sectores populares, pero la introducción de estas sectas pentecostales correspondió a una estrategia de la CIA para apaciguar la lucha de clases y la influencia de cierto progresismo católico y aun de otras denominaciones evangélicas históricas, en América Latina.

Arévalo, quien fue criado en los territorios ocupados y estudió su carrera universitaria, ha sido criticado por su política neutral, equiparando a la resistencia palestina e Israel, dando a entender que es una guerra entre iguales y aunque ha exigido un diálogo y cese al fuego, no ha condenado el genocidio, a lo cual su gobierno debería reprochar mínimamente por la historia de Guatemala; esa postura quedo plasmada en su participación en la 80 sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas recién pasada. En una reunión con migrantes guatemaltecos y organizaciones migrantes Arévalo fue confrontado por una migrante en Nueva York, pero la postura del presidente guatemalteco es porque está moldeado ideológicamente bajo el sionismo.

Recién la revista electrónica No Ficción evidenció acuerdos del gobierno de Guatemala con el de Israel a partir de comprometerse con US$10.3 millones en compra de armamentos a ese gobierno, en un Memorándum de Entendimiento de cooperación militar firmado en 2023 con empresas como Elbit Systems y Morom Dolphin, señaladas por la ONU de ser parte de la economía de genocidio en Gaza.

Estas empresas con las que el gobierno de Guatemala tiene tratos están señaladas en el Informe del Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos en los territorios ocupados desde 1967 “De la Economía de Ocupación a la Economía del Genocidio” del Alto Comisionado de Naciones Unidas; donde se señaló a más de 60 empresas y bancos como Volvo, Caterpillar, Amazon o Microsoft entre otras, de orígenes diversos, desde países europeos, estadunidenses, pero también brasileñas, mexicanas, indias, chinas y rusas, de beneficiarse de la ocupación sionista en Palestina y ahora el genocidio.

La empresa Elbit Systems, según No Ficción, ha sido contratada para proveer armamento militar por millones de dólares a la Brigada de Infantería “General Luis García León”, ubicada en Santa Helena, Peten, al norte del país.

En otro orden de cosas, Guatemala tiene un tratado de libre comercio con Israel firmado en septiembre de 2022 con el gobierno de Giammattei y que entró en vigor el 1 de marzo de 2024 ya en el gobierno actual.  En este tratado se permite un acceso preferencial al mercado de ocupación de productos agrícolas y agro procesados y la importación.

Protestas por Palestina

Igual que en otros países se han dado desde 2024 varias movilizaciones y aunque no tan numerosas, se ha impactado la opinión pública y pese a la influencia manipuladora de las sectas protestantes existen muchos ciudadanos que muestran su repudio a las acciones sionistas.

En la Escuela de Historia de la Universidad de San Carlos los y las estudiantes de allí han realizado varios foros con miembros de la comunidad palestina en Guatemala. El pasado 21 de septiembre se realizó una concentración en el centro capitalino con la presencia del cónsul honorario de la ANP para Guatemala Amil Jamal; allí este mencionó para este artículo que el reconocimiento del Estado Palestino por varias potencias imperialistas es un avance porque puede llevar a un aislamiento mayor de Israel. Como se dijo, esta postura lleva a un entuerto ante la postura recalcitrante de la elite sionista y porque legaliza la ocupación de una palestina única.

El Sindicato del San Juan de Dios, que aglutina a trabajadores de la salud, denunció el genocidio y al sionismo por su manipulación religiosa. Por otra parte, varias organizaciones como el capítulo local del BDS, H.I.J.O.S, URNG, CODECA, FERG, Justicia Ya, la comunidad palestina en Guatemala, como parte de Convocatoria Global por Dos Años de Genocidio en Gaza a una concentración el 5 de octubre.

Debemos exigir:

Rompimiento de las relaciones diplomáticas.

Cese todo acuerdo comercial y de cooperación.

Condena al genocidio sionista contra Palestina.

Fuente Psoca. https://elsoca.org/

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