Vivencias de un proceso electoral 20 de agosto

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Omar Marroquín Pacheco

Llegué al centro de votación a las 5:30 de la mañana. Ya estaban todos los fiscales con
suplentes del otro partido, uniformados y sentados en una línea recta, todos con un
nivel de control férreo, por parte de su encargada una mujer de pocas palabras y
mirada intimidante.
Se entonó con fervor patrio nuestro bello himno nacional. Al terminar, hubo un fuerte
aplauso.
Me senté en la mesa con una señora joven, fiscal del otro partido, muy cordial pero con
un nerviosismo extremo. No podía dejar la mesa ni un segundo, ni siquiera para ir al
baño, porque tenía que esperar la llegada del fiscal suplente.
Todo transcurrió con normalidad. Al llegar a cada 100 votantes, se aplaudía en las
mesas según fueran alcanzando dicha cifra.
Debo destacar el nivel de organización que nuestra encargada mostró. Nos llevaron
comida, que denotaba el esmero y amor que pusieron en su preparación. Fue tan
abundante, que compartí con las personas que componían mi mesa. Fue una fiesta
cívica.
A las 18:00 horas, todas las mesas aplaudieron. La democracia prevaleció. Lo más
hermoso estuvo en el momento del conteo de las 15 mesas. Al unísono se escuchaba
cual eco «SEMILLA, SEMILLA, SEMILLA». Fue lindo, arrollador, todo el trabajo
realizado por voluntarios, muchos de los cuales muy jóvenes, universitarios, obreros y
campesinos con un nivel de compromiso con Guatemala.
Una anécdota curiosa: el centro de votación en la cual fuí Fiscal de Semilla, fue
construido en tiempos de Castillo Armas, por el gobierno de la liberación, lo cual
consta en una placa ubicada en la entrada del Centro, el domingo ganó
Guatemala una nueva Primavera Democrática, en una edificación construida en
tiempos de la liberación, quienes cortaron la primera Primavera Democrática
generada por Arévalo Bermejo y Arbenz Guzmán.
Yo lo veo con ojos de una persona de la tercera edad, que anhela una Guatemala
mejor, en donde mis hijos y mis nietos puedan vivir en paz.
Me siento orgulloso de haber sido parte de este proceso electoral. Fue un día histórico
para Guatemala.

La democracia prevaleció y el pueblo eligió un nuevo gobierno, con un proyecto de país
que ilusiona a muchos.
Viene un trabajo arduo, Bernardo y Karin, ustedes no pueden defraudar a Guatemala y
a tantos jóvenes que trabajaron en apoyo de su proyecto y visión de país, tienen
respaldo para impulsar su proyecto de cambio para Guatemala.
Ustedes tienen la oportunidad de hacer historia, no defrauden al pueblo de Guatemala.
Trabajen con ahínco, con honestidad y transparencia. Demuestren que son capaces de
hacer las cosas bien.
Los guatemaltecos confíamos en ustedes. No nos defrauden.

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