La ley del agua que Guatemala necesita: un llamado urgente desde la pluralidad

Omar5

Por Omar Marroquín Pacheco

La realidad hídrica de Guatemala exige atención inmediata y acciones concretas por parte del Estado. A pesar de múltiples alertas, aún no contamos con una ley que regule efectivamente este recurso esencial para la vida (PublicoGT).

Una crisis que ya se vive

El llamado “Día Cero”, cuando una ciudad deja de tener agua potable, no es una metáfora: es una amenaza real. La mezcla inadecuada de aguas pluviales con aguas negras provoca desbordes, contaminación microbiológica y química, mientras que el manejo informal y precario de los sistemas urbanos agrava el problema (PublicoGT).

Guatemala ya opera en un horizonte de estrés hídrico moderado a alto, y la infraestructura sanitaria no está preparada para responder frente a fenómenos extremos (PublicoGT).

Por qué una Ley de Aguas es indispensable

En diálogo con académicos, técnicos y comunidades organizadas, he identificado que el país carece de un marco legal que:

  • Establezca derechos y deberes claros para el acceso, uso y conservación del agua.
  • Impulsar la separación efectiva de redes pluviales y residuales para evitar riesgos sanitarios y daños ecológicos.
  • Reconozca y articule la soberanía hídrica municipal y comunitaria, incluyendo sistemas ancestrales y modelos participativos de gestión.

Durante el Conversatorio del Agua, realizado el 24 de abril en el CUNOC, Universidad de San Carlos en Quetzaltenango, se expusieron múltiples experiencias comunitarias que demandan una norma robusta para proteger este bien colectivo(PublicoGT, PublicoGT).

Saberes ancestrales y cosmovisión indígena: aportes clave Desde 2015, la Articulación Mam, junto con el CEICA, ha sistematizado elementos esenciales de la cosmovisión Mam, como Nan A’ (Abuela Agua), Nan Txotx (Madre Tierra) y el concepto de Tbanil Qchuinqlal (plenitud de vida)(PublicoGT, PublicoGT). Estos saberes plantean una relación espiritual y de reciprocidad con el agua, contraria a la visión mercantilista que

generalmente prevalece en la legislación guatemalteca.

Una legislación con vida, no solo con normas

La Ley de Aguas que Guatemala necesita debe:

1. Reconocer a Nan A’ como sujeto de derecho, no solo como recurso físico.

2. Garantizar la protección de fuentes hídricas y el autogobierno comunitario,

reconociendo los sistemas locales de gestión ancestral.

3. Incluir sanciones y medidas contra la contaminación, especialmente en territorios

afectados por minería y agroindustria.

4. Establecer mecanismos de participación directa de las comunidades en la gestión de

cuencas, nacimientos y ríos.

Un deber histórico

Como guatemalteco formado en una cultura ladina, reconozco que esta perspectiva legal no es un favor a los pueblos indígenas: es una deuda histórica y un imperativo ético.

Legisladores y autoridades del Ejecutivo deben escuchar con humildad los aportes comunitarios y construir una ley basada en pluralidad y justicia.

Donde nosotros vemos propiedad, ellos hablan de responsabilidad; donde nosotros buscamos utilidad, ellos defienden la vida. Hoy más que nunca, debemos legislar con esa sabiduría profunda, donde el agua deje de ser mercancía para convertirse en símbolo de coexistencia y protección de la vida colectiva.

Omar Marroquín Pacheco

Arquitecto y defensor de la gestión integral del agua en Guatemala

Facebook comentarios