Poder e incertidumbre en la caja de pandona

Mario Rodríguez Acosta
Hay mucho en juego, para que por fin se concreté la llegada de Bernardo Arévalo al poder, dice un libertario muy bien entrenado en el asunto del golpe. Otro, replica como queriendo presumir de tener evidencia que ya todo está cocinado, que solo es cuestión de esperar la llegada del 14 de enero para asumir, y se reafirma citando la resolución de la CC.
La cuestión de fondo tiene que ver con los temores de unos, las fobias de otros y los intereses del pacto de corruptos que pueden verse afectados con un gobierno que no está alineado con esos intereses. Y sí, hay mucho en juego para perderse en amparos y resoluciones judiciales.
El asunto es que todos estos dimes y diretes han generado incertidumbre, aspecto que entorpece cualquier transición política. El nuevo gobierno llega debilitado y condicionado en muchos asuntos, más el desgaste que ha significado este asunto para todos los actores involucrados, especialmente los que mantienen la resistencia en contra del golpe.
Podrá Arévalo gobernar así, podrá cumplir sus promesas, desterrar esa pandilla criminal que coopta el Ministerio Público y logrará desterrar la corrupción en los próximos cuatro años. Lo dudo. Pero por algo habrá que comenzar.
En este punto el fiscal Curruchiche nos recuerda que desde la fiscalía que él dirige, los intentos por consumar el golpe de Estado siguen su curso y no han desistido de cancelar el cambio de mando. En todo caso, habrá que reconocer que la fiscal general continúa resistiendo y está aferrada al cargo con una terquedad más que vergonzosa.
El Consuelo de los corruptos sigue en el cargo a pesar de ser una reconocida plagiadora de su tesis, incapaz de gestionar una institución que por ley debe perseguir a los criminales, pero que, según las estadísticas, el crimen, el narco tráfico y los delitos sexuales se incrementan, mientras ella, empeñada como nadie en cubrir el rastro de la corrupción insiste y persiste en perseguir a los opositores políticos. Una forma descarada de garantizar la cooptación del sistema y la impunidad para los que ahí cohabitan.
Y ella, Consuelo Porras insiste y persiste porque tiene el respaldo de Giammattei. Pero también de la cúpula empresarial, la inteligencia militar y sobre todo, el respaldo del crimen organizado, pues todos estos estamentos de poder están siendo gestionados por la derecha fascista que la orienta y la dirige.
Lo cierto es que Giammattei es historia. Su legado solo se puede resumir con un nombre: Miguel Martínez. Más allá de este siniestro personaje, su gestión es negativa en todos los sentidos. Sin vergüenza y con más descaro que antes, gestiona aún los hilos corruptos del congreso, que quizás sea el último bastión de pacto de corruptos para, en definitiva, presionar y coartar la gestión del próximo gobierno.
Resignados ya a dejar una parte del poder y gestionar su retiro dorado libre de persecución penal por las fechorías realizadas en el ejercicio del cargo, algunos que serán ex diputados y ex funcionarios, atan los hilos de la impunidad, para que la justicia nunca los alcance.
En ese relajo, lo único cierto es la descomposición de la política guatemalteca. Cada individuo que defiende el golpe, piensa que el ladrón y corrupto de Jimmy Morales es un héroe y que Arzú es en realidad un designado de la realiza española, muestra también que la lucha ideológica está siendo beneficiosa para el fascismo y ser provida y anti chairo resulta cool para ser aceptado como parte de la élite criolla. Esa descomposición de la política guatemalteca se muestra con claridad en todo aquel que apoya e insiste en el golpe de Estado.
Lo positivo es que el pueblo ya despertó y sostiene la victoria de Bernardo. Como es habitual en estos casos, los perdedores insisten en sus objetivos, un poco para debilitar al próximo gobierno, como también para generar inestabilidad e incertidumbre. Pero sostener la movilización, más allá de la toma de posesión del nuevo gobernante, será vital para consolidar un cambio social fundamental para el país y para el pueblo marginado. Eso solo se puede lograr sobre la base de la unidad de acción y en la claridad que otorga los anhelos de la gente.
