Bioconstrucción y materiales vernáculos

Omar Marroquín Pacheco
La bioconstrucción es un enfoque de construcción sostenible que busca utilizar materiales naturales y renovables, así como técnicas constructivas respetuosas con el medio ambiente. Su objetivo es crear edificaciones saludables, eficientes en el consumo de energía y con un impacto mínimo en el entorno.
Uno de los pilares fundamentales de la bioconstrucción es el uso de materiales vernáculos. Estos materiales son aquellos que se encuentran de forma natural en la región o zona geográfica donde se construye, y que han sido utilizados tradicionalmente por las comunidades locales en sus edificaciones.
Algunos ejemplos de materiales vernáculos son la madera, el bambú, la tierra, la paja, la caña de brava, la piedra, entre otros. El uso de materiales vernáculos en la bioconstrucción tiene varias ventajas. En primer lugar, estos materiales son abundantes y disponibles localmente, lo que reduce la necesidad de transporte y la huella de carbono asociada. Además, al utilizar materiales naturales, se evita el uso de productos químicos tóxicos presentes en algunos materiales convencionales, como los compuestos orgánicos volátiles (COV) que emanan de los materiales sintéticos.
Otra ventaja importante de los materiales vernáculos es su capacidad para regular el clima interior de las edificaciones. Por ejemplo, la tierra cruda utilizada en técnicas como el adobe o el tapial tiene propiedades termorreguladoras, lo que significa que ayuda a mantener una temperatura confortable en el interior, tanto en climas cálidos como fríos. Además, estos materiales suelen tener una buena capacidad de aislamiento acústico.
La utilización de materiales vernáculos en la bioconstrucción también promueve la preservación de las técnicas y conocimientos tradicionales de las comunidades locales. Estas técnicas han sido desarrolladas a lo largo de generaciones, adaptándose a las condiciones climáticas y culturales de cada lugar. Al utilizar estos materiales y técnicas, se valora y promueve la diversidad cultural y se fomenta el desarrollo sostenible desde una
perspectiva local.
La bioconstrucción y el uso de materiales vernáculos van de la mano para promover una construcción más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Estas prácticas buscan aprovechar los recursos naturales disponibles en cada región, minimizando el impacto ambiental y creando espacios saludables y confortables para las
personas.
