Xelajú Campeón.
El partido de la gran final del campeonato guatemalteco fue emocionante de principio a fin y tuvo todos los ingredientes de una gran final. Con Antigua replegado atrás defendiendo la ventaja que obtuvo en el partido de ida y un Xelajú aguerrido, que buscó con actitud, más que fútbol, el empate y la remontada.
Fue una noche para el recuerdo. Miles de aficionados quetzaltecos colmaron el viejo estado Mario Camposeco. El campeonato se les resistía y el marcado era adverso. Solo un triunfo por goleada les era válido para obtener la ansiada luna. Y el primer gol abrió la puerta para la esperanza. Luego llegaron los otros y la alegría se desbordo.
El foco de la noche la puso el árbitro al anular un gol legitimo para Antigua que significaba el empate en la serie y el alargue del partido. El línea consideró que existió fuera de juego, en la repetición por la televisión se observa que no. Los jugadores de Antigua no protestaron, y el juego continuo.
Para el director técnico de Antigua, Ramiro Zepeda, es segunda ocasión que se queda en la antesala del campeonato. El equipo se vio falto de ideas, defendiendo sin convicción y con un portero poco asertivo en los goles que recibió. Villatoro por su parte, se convirtió en el técnico guatemalteco más ganador.
Xelajú, fue el equipo batallador por excelencia, impreciso en los pases, falta de claridad y contundencia al llegar al área, pero efectivo a la hora de definir las pocas oportunidades que tuvo para anotar. Eso basto para sumar una luna más.
Xelajú es un digno campeón. Una linda afición y un feo estadio, engalanaron esta sexta luna.
