El frustrado intento de golpe de Estado en Brasil
Mario Rodríguez Acosta
En la capital Brasilia, se llevó a cabo este domingo un intento violento de golpe de Estado contra Ignacio Lula da Silva, presidente constitucional de Brasil. Los seguidores del Jair Bolsonaro tomaron el edificio del Congreso Nacional, la Corte Suprema y el Palacio de Planalto, exigiendo la intervención militar para derrocar al presidente.
De inmediato, desde Sao Pablo, Lula decretó la intervención federal en el área de la seguridad de Brasilia y los antimotines lograron desalojar a los vándalos fascistas, como los llamo el propio presidente.
Este hecho es similar a lo que protagonizaron los seguidores de Donald Trump en Estados Unidos, y sigue la lógica de los golpes de Estado registrado en Perú, Bolivia, Argentina y Venezuela.
Algunos partidos de la ultra derecha de América Latina, como el argentino Libertad Avanza, enviaron mensajes por twitter en apoyo a los golpistas. Lo que demuestra que la derecha latinoamericana es fascista, violenta y anti democracia.
“Los culpables serán castigados” ha dicho Lula. Y es necesario recordar que no puede existir impunidad para esta clase de gente.
Lula siempre supo que encontraría una fuerte oposición de lo que queda del bolsonarismo. Pero la dura realidad es más difícil de lo que parece. Bolsonaro decreto medidas de protección con el grupo de militares que hizo gobierno y que continúan en sus puestos. Es a ese grupo, que van dirigidos los llamados que hacen los manifestantes para derrotar a Lula.
Falta ver si respetan el orden constitucional, si dejan hacer gobierno a Lula o bien lo condicionan para que el neoliberalismo continue imponiendo su hegemonía en Brasil. Este golpe fallido por ahora, debe hacer reflexionar a todos y blindar al gobierno para que cumpla con sus promesas de campaña y destierre al fascismo de una vez y para siempre.